Netflix ha vuelto a dar en el clavo. El pasado 19 de febrero, la plataforma americana estrenó una nueva producción propia bajo el título de Love. Se trata de una comedia romántica dirigida por Judd Apatow y que está protagonizada por una estelar Gillian Jacobs en el papel de Mickey y Paul Rust como Gus.
Es precisamente este uno de los puntos fuertes de esta nueva serie que en su primera temporada cuenta con diez capítulos disponibles para su visualización. El equipo de casting no pudo tener mejores decisiones a la hora de llevar a cabo su proceso de selección de intérpretes para dar vida a los personajes de Love.
La dupla protagonista es todo un acierto y tanto Gillian como Paul hacen que en muy pocos capítulos el espectador consigua empatizar al 100% con Mickey y Gus. Ambos viven una situación con la que muchos de los seguidores de la serie se setirán identificados y que vivirán casi en primera persona durante muchos de los momentos que merecen ser recordados a lo largo de su decena de entregas. Love puede parecer la típica historia de dos personalidades opuestas que al final consiguen atraerse y vivir una bonita historia de amor. Pero nada de eso, es aquí donde la serie de Apatow se desmarca del resto de comedias románticas con aire indie que han visto la luz en los últimos años.
Y es que hasta los personajes secundarios consiguen ensalzar un guion fresco, dinámico y ágil. Porque esta es otra de las cuestiones que hacen que Love enganche, la duración de sus capítulos. Ninguno excede de los 40 minutos y esto hace que la trama se haga muy ligera de digerir y deje al espectador con ganas de seguir disfrutanto de una historia real y encantadora.
Además, para los más curiosos y amantes del séptimo arte, Love cuenta en su historia con cine dentro de cine. Gus trabaja como tutor de una joven actriz y los rodajes de una serie serán una de las localizaciones principales de la trama. La marca Netflix sigue funcionando y la empresa ya llega a más de 190 países.
