David Ferrer y Jo-Wilfried Tsonga se citan en un partido para la épica. Un partido en el que hay mucho más en juego que tan sólo unos cuantos sets. Ambos están a las puertas de una oportunidad histórica en sus carreras como tenistas profesionales. El francés, espoleado por su afición, es el primer galo en alcanzar las semifinales parisinas desde que lo hiciera Gael Monfils en 2008. El español, por su parte, está a las puertas de su primera final de Grand Slam. Algo con lo que sin duda lleva soñando desde hace tiempo y que para ser justos, merece. Por suerte o por desgracia, el deporte no entiende de equidad y uno de los dos tendrá que hincar la rodilla sobre la arcilla de Roland Garros para que su rival se lleve la gloria de disputar el título a alguno de los dos titanes tenísticos como son Nadal y Djokovic.

David Ferrer llega en su mejor momento

El de Jávea se está marcando un torneo antológico. Todavía no ha cedido ni un set en esta edición y además está jugando probablemente a su mejor nivel desde que es tenista profesional. El alicantino repite semifinales en la arcilla de París tras las alcanzadas el año anterior donde se vio apeado del torneo por su compatriota Rafa Nadal. Además, será la sexta vez que se coloque a las puertas de la final de un Grand Slam. Afortunadamente, en esta edición Ferrer no se ha encontrado con ninguno de los cuatro primeros del ranking ATP (Murray no participa por lesión) y tras la victoria de Tsonga ante Federer, el español tiene una opción inigualable de colarse en la final. De conseguirlo, se colocaría además como número cuatro del mundo superando al escoces Andy Murray.

Sin embargo, el camino a la final no será nada sencillo. Enfrente estará un portento físico como Tsonga que sin lugar a dudas dará el resto, nunca mejor dicho, por lapidar cualquier opción de Ferrer de hacerse con el billete a la final. Echando la vista atrás, vemos que el de Alicante ha avanzado con paso firme hasta esta ronda del torneo parisino. Una victoria frente al australiano Matosevic en primera ronda, unida a las victorias antes los españoles Montañes y López, el sudafricano Anderson y Robredo han colocado al de Jávea entre los cuatro mejores jugadores del torneo.

Además, Ferrer tiene la oportunidad de recortar una importante cantidad de puntos a Federer. Tanto es así que aparte de colocarse cuarto en caso de llegar a la final, el alicantino podría incluso llegar a ser número tres superando al helvético si mantiene el nivel tenístico que está mostrando esta temporada.

Tsonga, el ídolo local

El tenista francés tampoco es nuevo en estas lindes. La del viernes será su quinta semifinal de Grand Slam tras las de Wimbledon 2012, 2011 y las del Open de Australia 2010, 2008. Precisamente en esta última logró su primera y única hasta el momento clasificación para la final de un Grand Slam. Desafortunadamente para el galo, Novak Djokovic le arrebató el triunfo final.

Jo-Wilfried Tsonga se ha ganado por meritos propios ser el ídolo de la afición parisina. No sólo por ser de nacionalidad francesa, sino porque además está rayando a un nivel muy elevado en lo que llevamos de torneo. La prueba más firme de ello fue el partido que cuajó en cuartos de final ante nada más y nada menos que Roger Federer. El tenista local no dio tregua al helvético y se agenció el encuentro en tres sets por 7-5, 6-3 y 6-3. El de Basilea no pudo reaccionar ante el tren de mercancías que le pasó literalmente por encima. Y es que Tsonga realizó un partido sublime en el que no dio ninguna bola por perdida y en el que parecía que era capaz de llegar hasta a las pelotas más inverosímiles.

El francés ha llegado a las puertas de la final tras haberse deshecho de Bedene, Nieminen, su compatriota Chardy, Troicki y el ya mencionado, Roger Federer. El francés, al igual que el español, llega haber cedido tampoco ni un solo set en todo el torneo. Su fuerte físico y su gran juego desde la línea de fondo complicarán sin lugar a dudas el partido a Ferrer.

Tan sólo se han enfrentado en tres ocasiones anteriormente en las que el bagaje es favorable al español por 2-1. La última fue en el año 2010 en el Masters 1000 de Roma donde el alicantino se impuso por 6-4 y 6-1. Además, sea quién sea el que llegue a la final, se convertirá en el primer jugador que no está entre los cuatro primeros del mundo, que dispute una final de Grand Slam desde el año 2010 en el que Berdych se coló en la final de Wimbledon

Ambos jugadores se caracterizan por su resistencia física y su fuerte mentalidad. En un partido al mejor de tres sets, Ferrer sería probablemente favorito, dado además el gran tenis que está desplegando, acrecentado sobre arcilla. Sin embargo, en partidos tan largos como los de un Grand Slam, con la afición apoyándote en cada punto y después de haber eliminado al número dos del mundo, Tsonga parte con cierta ventaja para hacerse con el encuentro. No obstante, esto es tan sólo una predicción y tendremos que esperar al viernes para conocer el desenlace que esperemos se resuelva a favor del español. 

Fotos: 1. lainformacion.com  2. lavanguardia.com

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