Stanislas Wawrinka, a sus 28 años, se encuentra en el momento más dulce de su carrera. Tras batir a Novak Djokovic en cuartos de final, esta noche Tomas Berdych fue su víctima. Después de más de tres horas y media el octavo mejor jugador del mundo pudo  con el checo. Ganó en cuatro sets: 6-3 6-7 (1) 7-6 (3) y 7-6 (4).

Los dos jugadores empezaron de forma sólida el partido con sus respectivos servicios. El encuentro siguió la línea de igualdad hasta el octavo juego, donde el pupilo de Magnus Norman consiguió la rotura que consolidaría al servicio en el noveno juego para cerrar de esta manera la primera manga.

El segundo set siguió con la misma tónica. Máxima igualdad y respeto entre los dos tenistas, que apenas concedieron oportunidades de quiebre. Después de 50 minutos, se llegó a la muerte súbita en la que Berdych superó claramente al suizo, que cometió varios errores no forzados, por 7 a 1.

Se llegaba a la tercera manga con un set iguales en el marcador. Berdych y Wawrinka continuaban sin ceder al servicio. Pocos errores al saque e intercambios cortos. Tras poco más de dos horas de partido, en el noveno juego del set, el checo tuvo su primera oportunidad de rotura. No la aprovechó, siguió la igualdad y llegaron nuevamente al tie-break. En esta ocasión fue el suizo el que se llevó el gato al agua (7-4) y se colocaba a un solo set de alcanzar su primera final de Grand Slam.

Arrancaba el cuarto set. Wawrinka estaba a tan solo un set de alcanzar la gloria. La presión no le pesó y mantuvo el alto nivel de tenis y de concentración. Nuevamente se llegó a la muerte súbita sin que ninguno de los dos tenistas cediera su servicio. Siete puntos separaban a Wawrinka de la gran final del Open de Australia. El suizo era consciente y se puso rápidamente con un 3-0 en el marcador. Berdych cometió una nueva doble falta (ya había hecho un par en el tie break del tercer set) y Wawrinka lo tenia todo de cara. Con tres puntos de partido para Stanislas, Berdych envió su revés largo en el 6-4 y de esta forma Wawrinka se llevaba el partido, que ganó con tan solo una rotura de servicio.

Wawrinka consigue llegar así a su primera final de Grand Slam tras cuajar un torneo de ensueño. El suizo sigue demostrando que está a un nivel altísimo y su oponente en la final, Rafael Nadal o Roger Federer, tendrá que sacar su mejor tenis para ganar al de Lausana.

Stan llega con fuerza a la gran final. Desde que comenzara a trabajar con Magnus Norman, a quien agradeció su victoria, se ha convertido en un jugador capaz de pelear con cualquiera, incluso con sus posibles rivales en la final que suman entre ambos 30 Grand Slam