Pablo Carreño aprovechó su condición de Lucky Loser para imponerse al croata Ivan Dodig por 6-3 y 6-3 en poco más de una hora. De esta manera el tenista gijonés avanzó por primera vez en su carrera a segunda ronda de un Masters 1000. Carreño empezó dubitativo con su servicio y solo logró colocar el 44% de sus primeros saques. Aun así no cedió ninguna bola de break y Dodig solo pudo conseguir dos puntos al resto. A partir del tercer juego, el español ya empezó a marcar la diferencia y se distanció de su rival quebrando su servicio. Con 5-3 y saque del croata para mantenerse en el set, el joven tenista de 22 años consiguió una nueva rotura y la primera manga cayó de su lado.

El segundo set estuvo más igualado y, aunque los primeros servicios escaseaban, ambos jugadores mantenían sus saques con comodidad. Carreño no dio opción a Dodig y en este nuevo set siguió sin ceder una bola de rotura. Dodig no se mostró tan sólido y el español aprovechó su oportunidad al resto en el octavo juego para adelantarse claramente en el marcador. Sacaba para ganar el partido y no perdonó. Carreño accedió a segunda ronda con un juego en blanco y eliminó a un jugador que está 32 puestos por delante de él en el ranking ATP.

García López debuta plácidamente

Tras el partido de Pablo Carreño, saltaron a la pista Guillermo García López y el jugador local Benjamin Balleret. El partido se decantó a favor del español por 7-5 y 6-2 en una hora y cuarto. El vigente campeón del torneo de Casablanca apenas dio opción al tenista monegasco, que entraba en el cuadro principal gracias a una invitación. García López sufrió más de lo esperado en el primer set, al que se llegó con empate a cinco sin ninguna rotura. A partir de ese momento, al jugador local le tembló la muñeca y regaló su servicio para que el español consiguiera el primer set por un parcial de 7-5.

El segundo set fue otra historia. García López, más contundente en el juego, se puso por arriba rápidamente en el marcador con una nueva rotura a su favor. Balleret no le incomodó en absoluto a la hora de sacar y varios juegos los consiguió en blanco. El español completó un set perfecto con otra rotura y ya espera al ucraniano Dolgopolov, decimoséptimo favorito del torneo, en segunda ronda.

Granollers nada para morir en la orilla

En la pista de los Príncipes se disputó un interesante encuentro entre el español Marcel Granollers y el búlgaro Grigor Dimitrov, con victoria del segundo por 6-2, 4-6 y 6-2. El catalán se despide por tanto a las primeras de cambio del torneo de Monte Carlo con notables problemas físicos que fue arrastrando durante todo el partido. Durante los primeros juegos del primer set pudo mantener equilibrado el resultado, pero el búlgaro no tardó en romperle el saque dos veces consecutivas y servir para llevarse la primera manga a su marcador. Granollers solo consiguió dos puntos ganadores por doce del búlgaro en un primer set cómodo para el jugador afincado en París. Marcel ni siquiera dispuso de opción de quiebre y vio cómo, en un abrir y cerrar de ojos, Dimitrov le endosaba un 6-2 y tomaba la delantera. El barcelonés se mostró muy fallón en los primeros compases del partido y al sentarse en el descanso reclamó la asistencia del fisioterapeuta de la ATP debido a los problemas musculares que sufría. Una protección en el muslo derecho le permitió reincorporarse al partido cuando el públio ya se temía la retirada del catalán.

Dimitrov volvió a la pista más activo y el segundo set empezó con otro error no forzado del catalán después de un largo peloteo. El búlgaro ganó con facilidad su servicio y en cambio Granollers sufría cada vez más para solventar el suyo. Muestra de ello eran los inumerables golpes ganadores del actual número 14 del mundo. Pero no le era suficiente para quebrar el servicio del jugador residente en Barcelona que se defendía con grandes saques al cuerpo de su rival. Así llegaron ambos jugadores empatados hasta el ecuador del segundo set (3-3). Fue entonces cuando Granollers desplegó su mejor juego y consiguió quebrar el saque del búlgaro por primera vez en el partido tras un error inexplicable de Dimitrov, que empezó a mostrar los primeros síntomas de debilidad. Después Granollers ganó su servicio sin complicaciones y el búlgaro hizo lo propio con el suyo. Sacaba entonces Marcel para ganar el set y tras una volea magnífica y otro error impropio de Dimitrov, acabó llevándose la segunda manga y empatar el partido a uno.

El tercer set no pudo empezar mejor para el español que aprovechó la segunda bola de break de la que dispuso en todo el partido para llevarse el primer juego. Luego cumplió con su servicio y se colocó con un 2-0 relativamente cómodo en el marcador. Pero poco le duraría la alegría al barcelonés que desaprovechó tres bolas de 3 a 1 para acabar cediendo su saque. Dimitrov volvió a activar sus piernas y despertó tras unos juegos en los que se había mostrado bastante pasivo. Tan práctico como elegante era el revés del búlgaro que le llevó en volandas a conseguir de nuevo el break. Fue un juego en el que el español no acertó casi con su primer saque y se vio aquejado de nuevo por los dolores musculares. El tercer set acabaría igual que el primero (6-2) tras una nueva rotura por parte de Dimitrov que eliminó así a un mermado Granollers que, recordemos, venía de jugar la final el pasado domingo en Casablanca.

Almagro no sufre contra Mathieu

Por su parte, Nico Almagro se verá las caras en la segunda ronda de Monte Carlo con Mahut tras deshacerse por la vía rápida de Mathieu por 6-3 y 6-2. Ambos jugadores no se enfrentaban entre sí desde 2007, y el tenista de murcia había salido derrotado en los dos anteriores partidos contra el francés. El encuentro no tuvo mucha historia. Almagro no cedió ni una bola de break en el primer set y tomó las riendas del partido nada más empezar rompiendo el saque de su rival. Almagro, bien posicionado todo el rato desde el fondo de la pista, acabaría quebrando de nuevo el juego de servicio de Mathieu para imponerse por 6-3.

El segundo set fue más de lo mismo. De dos bolas de break dispuso el español y ambas las aprovechó. Por su parte, Mathieu pudo mantenerse en el partido pero no aprovechó su única oportunidad de quiebre. La solidez con el servicio fue la clave para que Almagro no sufriera apenas contra un rival que se mostró demasiado inocente.