Rafael Nadal es otro este jueves. Se le nota al balear. Afronta el choque ante el croata Ivan Dodig con otra mentalidad. Más sólido, más centrado. Sabe que en su debut sufrió de lo lindo ante Albert Ramos y no quiere cometer los mismos errores. Busca todavía su mejor versión en tierra batida y cada paso que da en competición le permite avanzar en la dirección correcta para encontrar ese tenis que le suele llevar en volandas sobre la gira de polvo de ladrillo por Europa.

Su triunfo ante el tenista balcánico (6-3 y 6-3) se define en un solo punto, el que le otorga el primer parcial. Rafa defiende el potente servicio de Dodig, corre por el fondo de la pista, amenaza con el revés, vuelve a correr y rompe al croata con uno de sus particulares 'banana shot'. Cierra el puño, recoge la toalla y murmura un "¡Vamos!" hacia su banquillo en busca de la complicidad de Toni. El croata ya sabe lo que es ganar a Nadal. Lo hizo en la segunda ronda del Masters 1.000 Montreal en 2011 y, en aquel encuentro, el servicio acabó decantando la balanza en favor de Dodig. No quiere una sorpresa similar a la que le sucedió a David Ferrer.

Conocedor a la perfección de las debilidades de Dodig, el tenista manacorí optó por percutir, una y otra vez, sobre la derecha del número 37 del planeta. Cada punto conquistado fue un aliento extra para continuar con la misma estrategia. Los potentes saques del balcánico cortaron el ritmo del encuentro, pero Nadal comenzó a sentirse cada vez más cómodo sobre la arcilla de la central del Real Club de Tennis de Barcelona. El número uno del mundo cerró el encuentro con notables porcentajes al servicio -75% de primeros servicios y 75% de puntos ganados con el segundo saque- y desactivando, prácticamente, el servicio del tenista nacido en la localidad bosnia de Medjugorje ganando el 47% de los puntos jugados al resto.

Para Nadal, el partido de hoy, el segundo en el torneo, fue un trámite mucho más asequible que el de su debut ante Ramos. Se quitó los nervios de encima, soltó su brazo y dominó los puntos con su derecha desde el centro de la pista. Justo como a él le gusta. Dodig pagó los platos rotos de un discreto inicio de competición en la Ciudad Condal. 

En cuartos de final, Nadal se encontrará con Almagro (16.30h/Esport3), que derrotó en su particular revancha de la final de Houston de hace un par de semanas a Verdasco. Un nuevo paso en busca de su mejor versión, todavía por llegar. El Rey pide paciencia. Y su casa es el paraje idóneo para continuar sumando confianza de cara su cita con París.

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Sobre el autor
David Boti Guimerà
Amante del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona. Exredactor del diario SPORT y colaborador en Tenis_VAVEL.