Los viejos rockeros nunca mueren, y Tommy Haas puede ser el claro ejemplo ello. El tenista de Hamburgo, que lleva 18 años compitiendo en el circuito ATP, no se cansa de ganar. Su amor por el deporte de la raqueta le permite seguir demostrando su enorme calidad a los 36 años, siendo el más veterano de los jugadores top. Hoy, en la Pista Centrale del Foro Itálico, acabó con el hombre del 2014, Stanislas Wawrinka (6-7, 6-2 y 6-3).

Wawrinka, con lo justo, se lleva el primer set

Este parecía ser el año Stan. El suizo, campeón del Open de Australia y del Masters 1000 de Montecarlo, está cosechando el mejor inicio de temporada de su carrera. Dos torneos de ese calibre que nunca había conseguido levantar. Pero la gasolina parece estar en reserva. Tras la consecución del cetro en Mónaco, el de Lausanne no consigue encontrar su juego -cayó en su debut en Madrid ante Thiem- y hoy ante Haas. Y eso que se le pusieron las cosas de cara.

Tras un inicio de encuentro parejo, Wawrinka rompió el servicio de Haas en el quinto juego. Todo a favor para el suizo, que estaba siendo ligeramente superior a Haas, pero no consiguió asegurar la rotura. Un par de errores del de Lausanne, unidos a dos buenos golpeos de revés del alemán, pusieron la igualada en el marcador. Pero la igualada no consiguió aguantar hasta el tiebreak. Con 5 iguales en el marcador, Wawrinka dio un paso al frente y volvió a romper el servicio del alemán, que no aguantó las envestidas del suizo. Tras el quiebre, Stan consiguió asegurar el servicio y cerrar el primer parcial por 7 a 5.

Los errores acabaron por desestabilizar a Wawrinka

Parecía que Wawrinka no tendría demasiados problemas para certificar su pase a cuartos. Con lo justo, el tenista suizo había conseguido apuntarse el primer parcial, por lo que si en la reanudación seguía manteniendo el nivel, acabaría ganando. Haas volvió a pista con nueva camiseta. Atrás dejaba el blanco que lucía en el primer acto para enfundarse en una elástica azul. Y no le fue nada mal

El suizo consiguió seguir con la inercia ganadora de los tres últimos juegos del primer parcial. Sin opciones en el primer juego, en el tercero rompería nuevamente el saque de Haas, colocándose con 2 a 1 y servicio. Estaba siendo mejor el suizo, pero los errores empezaron a hacerse visibles. Demasiadas concesiones estaba dando Wawrinka, tanto de derecha como de revés. No conseguía meter la bola en pista y cuando lo lograba, se estrellaba contra la red. Más de 20 errores en la segunda manga, que se tradujeron en tres breaks en contra y set para Haas (6-2).

Stan estaba cometiendo errores de bulto. Errores por falta de concentración. El suizo se mostró muy molesto con la actitud del público y así se lo hizo saber al juez de silla. Muy acelerado Wawrinka, que no encontró la forma para hacer daño al alemán.

Con un set iguales en el marcador se llegaba al último parcial. Se estaba viendo sobre la pista un Haas mucho más rocoso que Wawrinka. Los errores del suizo decantaron la segunda manga a favor del alemán. Tenía que volver a encontrarse el número tres del ranking ATP. A medida que avanzaba el parcial, los errores no forzados del de Lausanne iban apareciendo. A pesar de ello, Stan conseguía solventar sus juegos al servicio. Hasta llegar al octavo juego.

Con 4 a 3 favorable a Haas, Wawrinka se disponía a sacar para igualar el encuentro. Pero siguiendo la misma tónica que en el segundo set, tres errores graves ponían el 0-40 en el juego. Stan, que venía sufriendo a partir del inicio del segundo set, consiguió salvar las tres bolas de rotura. Derecha a la línea, subida a la red y ace. Parecía tenerlo controlado, pero nuevamente los fallos hicieron mella en el jugador, que tras una derecha larga entregó el juego y el partido a Haas (5-7, 6-2 y 6-3).

Con esta victoria, Haas se cuela en los cuartos de final, ronda en la que se enfrentará al ganador del encuentro entre Dimitrov y Berdych. Wawrinka, por su parte, se despide de Italia con malas sensaciones, vislumbrando en el horizonte el segundo Grand Slam de la temporada, Roland Garros.