La suerte no parece sonreírle a Caroline Wozniacki. Desde que la pasada semana se hiciera pública la separación días antes del compromiso matrimonial con el golfista Roy Mcllroy, la tenista danesa no parece pasar por un buen momento tanto sentimental como tenísticamente hablando. Y es que la Pista 2 de Roland Garros se convertía en el escenario donde Wozniacki dijo adiós a la edición 2014 del ‘major’ parisino. La de Odense, incapaz de superar a una Yanina Wickmayer que le dio mucha guerra ya desde el inicio del encuentro, se despidió a las primeras de cambio en el debut de la nueva edición.

Al otro lado de la red, Yanina Wickmayer caminaba segura en cada intercambio, con la cabeza fría, mirando más allá de lo tenístico para ir poco a poco haciendo mella en una Wozniacki que se despertó como el día en París, muy gris.

La contienda se lidiaba con intercambios de alto voltaje entre ambas. Wickmayer golpeó con mucho peso la bola durante todo el partido, algo que ya desde comienzos empezó a sumarle winners a su renta particular, hasta alcanzar los 18, por tan sólo 3 de la decimotercera cabeza de serie al final del primer acto. Un set que tuvo que finiquitarse en la muerte súbita, donde la suerte sonrió a la belga a la hora de la verdad.

Tras el interludio, el segundo set proseguía con la misma tónica que el parcial anterior. Puntos muy disputados pero que acababan la mayoría con errores no forzados por parte de ambas. El encuentro no terminaba de coger ritmo; tan sólo en momentos muy puntuales parecían atisbarse intercambios donde ambas lo daban todo. Si bien es verdad que Wickmayer tuvo muchas más dificultades en sus juegos de saque que la danesa -mucho más confiada al turno de servicio-, cuando la situación fue comprometida -al noveno juego-, la belga se arrugó. Empresa que aprovechó su rival para adjudicarse la segunda manga transcurridos 44 minutos de parcial.

Wickmayer se apuntó el tercer set en 30 minutos.

La consecución del segundo set, en teoría, debería haber reconfortado a la danesa, pero nada más lejos de la realidad, su tenis pasó a un segundo plano, para ser Wickmayer, quien a base de tesón y actitud sobre la pista, fue acabando con las opciones de la ex número uno mundial. Así, en tan sólo media hora el tercer acto caía del lado de la belga y con ello el partido y el acceso a la segunda ronda, donde ya le espera la española Silvia Soler Espinosa.

Ivanovic debuta fuerte

Muchos menos problemas tuvo en su debut Ana Ivanovic. La campeona en 2008, barrió de la pista a la local Caroline Garcia en dos cómodos parciales 6-1, 6-3 para alcanzar la segunda ronda donde ya le aguarda la ucraniana y semifinalista recientemente en Nurnberg, Elina Svitolina.

Ivanovic actuó sobre la Chatrier ejerciendo su mejor tenis ante una rival que no pudo prestarle guerra y que estuvo condenada con el servicio durante el desarrollo del partido, cometiendo un total de seis dobles faltas. La serbia llega a Roland Garros tras haber firmado una más que notable gira de tierra batida en Europa, siendo finalista en Stuttgart, alcanzando los cuartos de final en Madrid y las semifinales en el Premier 5 de Roma, por lo que su actuación sobre la Chatrier es consecuencia de una gira bien trabajada, donde la tenista balcánica ha demostrado sus credenciales para llegar a Roland Garros en la mejor forma posible. Y ello, es consecuencia del encuentro ante Garcia. En apenas hora y siete minutos la de Belgrado volvía al vestuario con una nueva victoria y con el pase a la segunda ronda ya facturado.