Grigor Dimitrov habló ayer. Y dejó claro que por su cabeza merodea algo a tener en cuenta. El de Haskovo reveló al portal tenístico LiveTennis, su mayor secreto. Ése que comparte hoy con aquél tenista suizo llamado Roger Federer que algún día de niño soñó con coronarse en el All England Club. Una misma meta los une; el primero ya tiene siete en su haber; el segundo busca alcanzar su mayor sueño por qué no, este mismo año sobre el césped londinense.

En la segunda ronda de Queen’s apeó al francés Roger-Vasselin y antes de saber de la retirada de su próximo rival (Dolgopolov) el búlgaro se sinceró frente a los micros.

“He estado aquí (Queen’s) durante varios días antes de comenzar el torneo y he entrenado de manera óptima y trabajado mucho en el gimnasio. Creo que ha llegado un buen momento para mí en el que sólo pienso en competir” afirmó.

“La hierba es un buen test. Desde mi punto de vista, es una buena superficie en la que medir cómo estamos mentalmente y físicamente, y en qué tenemos que continuar trabajando” añadió.

Dimitrov ya sabe lo que es firmar un buen resultado sobre el pasto del Queen’s Club, donde alcanzó las semifinales en la edición de 2012. En 2014 vuelve con ganas de llegar lejos y sobre todo alcanzar esa meta de la que habla: el sueño de ganar Wimbledon.

De cara a Wimbledon y a la pregunta de si le gustaban o no las tradiciones del ‘Major’ londinense, Grigor dijo que disfrutaba con ellas: “Es puramente historia. ¿Quién no quiere ser parte de la historia? Creo que es algo muy especial y apreciado. En mis ojos, algo muy valioso”

Dimitrov nunca ha superado la segunda ronda en Wimbledon. En 2009 cayó en su debut.

A pesar de nunca haber superado nunca la segunda ronda en el tercer Grand Slam del curso, Dimitrov se muestra con ganas de tocar a la puerta del ‘jardín’ británico: “Diría que mi mayor meta sería convertirme en ganador de Wimbledon. Eso es ganar 7 partidos y creo que es posible”.

Hoy Grigor cree que tiene lo que ha de tener para levantar el entorchado en el All England. Solo el tiempo dirá si Dimitrov es capaz o no de emular a aquél con quien lo comparan. Pero el de Haskovo tiene una meta fijada y a buen seguro peleará por lograrla cueste lo que cueste.