Detalles. Eso es lo que ha definido la final de Queens, de casi dos horas y media de duración, en lo que ha sido un espectáculo digno de admiración por todos los aficionados al tenis. Un juego vintage en el que ha primado un nivel de saque excelso por parte de ambos jugadores, y voleas dignas de mitos del tenis de otra era como Edberg o Rafter. Con la igualdad máxima como hilo conductor de todo el encuentro y con tan sólo una rotura de saque para cada jugador, dos errores de revés cortado por parte de Feliciano, mandaron la copa a manos del joven búlgaro, que sintió el inestimable apoyo de María Sharapova, a quién se vio sufrir y disfrutar a partes iguales con el partido.

Tenis-magia de otra época

Feliciano se presentaba al encuentro sin haber perdido el servicio en todo el torneo, y pronto mostró a Dimitrov el por qué. Y es que el toledano mantuvo un nivel de servicio excepcional durante todo el encuentro, buscando siempre el revés del búlgaro con un efecto cortado de zurdo que adquiere tintes demoniacos en esta superficie, sin buscar tantos aces como su rival, que alcanzó los 27 por 13 del toledano. Voleas inverosímiles de Feliciano, y reveses a una mano de gran elegancia por parte de Grigor, hacían las delicias de los aficionados y llevaban el primer parcial al tiebreak, después de que López solventara con firmeza las dos bolas de break a las que tuvo que enfrentarse con el 3-2. En el tiebreak y tras dos minibreaks por bando, Feliciano se puso el mono de trabajo y aplicó defensas excepcionales con su revés cortado. El español se hizo con el primer set, a pesar de mostrar cierta debilidad en el lado de su derecha a la hora de defenderse.

Siguió la misma tónica en el segundo parcial. Destellos de clase por parte de ambos más propios del tenis del siglo anterior. La ausencia de bolas de rotura no se debió en ningún caso a un demérito del restador, sino a un magistral nivel de juego del sacador. Con 6-5 a favor de Feliciano, se vivirían los momentos más tensos del encuentro con los rallyes más largos, que Feliciano trabajó con maestría para acabar en la red y gozar de una bola de partido. Sin embargo, no pudo aprovecharla y ésto le costó factura. El búlgaro encadenaría un parcial de trece puntos ganador por uno del español que le valió para igualar el set a 6 y hacerse con el tiebreak por un contundente 7-1 en el mismo.

Cuarto título para Dimitrov

Feliciano no se amilanó, y sorprendió a Dimitrov en el primer juego del tercer set, levantando un 40-0 para romper el saque. El toledano continuaba sin perder el saque en todo el torneo, y no lo haría hasta que con 4-3, Dimitrov incrementó su intensidad de piernas y estuvo muy intuitivo en el resto, lo que le valió para forzar voleas complejas de Feliciano y romperle el servicio. Es espectacular cómo se puede perder el saque una vez en cinco partidos y no ganar el torneo; pero ésto le ocurrió a Feliciano López, quien cayó en el tiebreak definitivo tras cometer dos errores infantiles fruto de los nervios con su golpe más seguro y demoledor en hierba; el revés cortado paralelo. 

Fue una lástima para el español, que aún y así, ha de estar orgulloso con el nivel de juego mostrado. Acudirá también a Eastbourne, donde defiende el título cosechado el año pasado, con la vista puesta ya en el gran objetivo del año para este atípico y apasionante jugador: Wimbledon. Por su parte, Dimitrov mostró una madurez mental excepcional, que le permitió afrontar con solvencia los momentos claves del encuentro. Con cuatro títulos en su haber, el búlgaro parece consolidarse en la élite del tenis mundial, y tendrá una importante prueba en el Grand Slam londinense, donde aspirará a superar la 2ª ronda cosechada el año pasado.