Espantando fantasmas del pasado. Recuperando sensaciones, Rafa Nadal.

La primera semana del jugador español en Wimbledon ha sido una búsqueda de sí mismo, de encontrar a aquel bicampeón -años 2008 y 2010- y triple finalista. El objetivo era recuperar sensaciones sobre el pasto londinense. Tras dos años cayendo en las primeras rondas, Segunda Ronda en 2012 y Primera Ronda en 2013, su ritmo en hierba era nulo. Nada quedaba ya del jugador que le ganó a Roger Federer en la final de 2008, para muchos considerado el mejor partido de todos los tiempos. Pero su camino inicial no iba a ser nada fácil. El sorteo le deparó jugadores sin ritmo, auténticos cañoneros. Martin Klizan, en primera ronda, y Lukas Rosol, en segunda, pusieron a prueba al número uno. Prueba superada con éxito aunque dejándose un set en cada partido. Ya en Tercera Ronda subió revoluciones y aplastó a Mikhail Kukushkin, mostrando un juego agresivo y terminando una primera semana muy positiva para el balear. En Cuarta Ronda le espera la gran sensación del torneo, el joven australiano Nick Kyrgios. Prueba de fuego. Nada se le puede exigir a Rafa Nadal. Pero la presión y la ambición de ganar siguen inalterables.

Novak Djokovic, a quitarse el amargor de París.

El campeón de la edición de 2011 se presentó en Wimbledon con un doble objetivo. En primer lugar, quitarse el amargor que le supuso la dolorosa derrota en la final de Roland Garros ante Rafa Nadal. Era su objetivo y falló. Y en segundo lugar, desquitarse de la derrota del año pasado en la final ante el local Andy Murray. En aquel partido nada pudo hacer el serbio. Fue un simple espectador del gran triunfo del escocés y todo le ha pesado en su juego. Ha dejado dudas en cada partido. Su debut ante Golubev fue sencillo pero Radek Stepanek, en Segunda Ronda, y Gilles Simon, en Tercera, le pusieron en aprietos. Se impusó por calidad pero dejando señales de que, por ahora, su nivel está bastante lejos de su mejor versión. En la siguiente ronda le espera el francés Tsonga, a priori una verdadera prueba de nivel. Deberá sacar sus mejores armas. A pesar de estas dudas, es junto con Andy Murray el gran favorito al título.

El vigente campeón, Andy Murrray, quiere repetir la gloria.

Su principal objetivo de la temporada ha sido, una vez más, Wimbledon. Hizo la puesta a punto en París, donde alcanzó semifinales. En el torneo de Queens no pudo defender titulo por la temprana derrota, pero eso no fue problema para que llegara en plenitud de forma a Londres. Con su nueva entrenadora, la francesa Mauresmo, busca reeditar el titulo conquistado el año pasado. Y de momento tiene todos los ingredientes para conseguirlo. Su primera semana ha sido espectacular. Sus rivales -David Goffin, Blaz Rola y Roberto Bautista- únicamente le han servido para corroborar que es el gran favorito del torneo. Resultados abultados. Sin dudas. Ahora le espera Kevin Anderson, cañonero. 

El suizo Roger Federer, el gran tapado.

​Sin hacer ruido. Paso a paso. Es el lema de Roger Federer. El siete veces campeón de Wimbledon sabe que, quizá, es su última oportunidad de conquistar un grande. El césped se adapta de maravilla a su juego agresivo. Puntos cortos. Al ataque. Ya este año ha recuperado su gran nivel perdido los años anteriores. Su cuadro en Wimbledon le hace ser positivo. La primera semana ha dado muestras de su estilo ofensivo. Nada de especular. Paolo Lorenzi, Gilles Muller y Santiago Giraldo han sido sus víctimas. Sin ceder un set se ha plantado en Cuarta Ronda donde le espera el español Tommy Robredo. El suizo está en su casa. En su jardín.

Decepciones.

Ha habido tres sonoras decepciones en Wimbledon. Tempranas derrotas. David Ferrer, con problemas estomacales, no pudo realizar su preparación previa a Wimbledon. Y lo pagó. Cayó en Segunda Ronda ante Andrey Kuznetsov en cinco sets. Incapaz el alicantino de darle la vuelta a un partido muy duro. El checo Tomas Berdych ha sido otra gran decepción. El finalista en 2010 -final perdida ante Rafa Nadal- fue apeado del torneo en Tercera Ronda por el croata Marin Cilic. Su estilo de juego le hacía ser un candidato fijo para las rondas finales. Y por último, Ernests Gulbis. El letón, flamante semifinalista en París, venía con la etiqueta de jugador tapado, capaz de dar la sorpresa. Pero una vez más fue víctima de su irregularidad y de Sergiy Stakhovsky. 

Sorpresas.

Dos claras sorpresas en esta semana. El joven australiano Nick Kyrgios se ha plantado en Cuarta Ronda en su primer Wimbledon como profesional. Ha dejado en el camino a Richard Gasquet, levantando nueve pelotas de partido. Ahora le viene Rafa Nadal. Bautismo de primer nivel en cesped. Y el argentino Leonardo Mayer, sesenta y cuatro del mundo, ha derrotado a Seppi, Baghdatis y Kuznetsov para llegar a la segunda semana. Grigor Dimitrov será su rival en la siguiente ronda.