Lo ha vuelto hacer. Grigor Dimitrov. El jugador de muñeca prodigiosa, de talento innato y de calidad excelsa. ¿Futuro número 1 del tenis? Todo parece indicar que sí. El año 2014, está siendo su año, con 3 títulos bajo el brazo está llamando a la puerta del top-10. Capaz de plantar cara a los grandes, empieza a ser temido. Muy temido.

Si el pasado sábado nos deleitó con esta genialidad, la jornada del lunes nos volvió a dejar otra nueva obra maestra para enmarcar. Su rival, Leonardo Mayer, no tuvo más remedio que aplaudirle. Esta vez tras un saque abierto y una subida a la red, consigue pasar la bola por debajo de sus piernas frente a la red y dejar la bola muerta en el campo del rival. Toda una genialidad. Nada como contemplarlo. Vean, vean.