Uno de los aspectos más difíciles del tenis es que un tenista amolde su estilo de juego a la superficie en la que está disputando un partido. Habitualmente, cada jugador tiene una filosofía, una manera de entender el tenis que determina cómo afronta el mismo, y eso es algo que ninguna superficie puede modificar. Sin embargo, Wawrinka en su encuentro ante Feliciano López, ha mostrado una cara muy poco antes vista en él, al erigirse en un jugador de saque-red constante, dejando de lado su aparente superioridad de fondo de pista sobre Feliciano, y lanzándose a por el partido de la manera más directa y agresiva posible.

Wawrinka reconvertido al saque-volea

Feli no tuvo ni una sola bola de break en todo el partido

El toledano se vio sorprendido por esta actitud. Tras pasar un calvario de saques directos y rallyes inferiores a 3 golpes en su encuentro ante Isner, se esperaba un encuentro con más peloteos frente a Stan. Sin embargo, el suizo resultó ser una prolongación del juego de Isner, llevado a cabo con más maestría aún si cabe. Y es que Wawrinka no concedió ni una sola de break en todo el partido; ni siquiera pudo Feli forzar un deuce. Con 31 aces, y un 89% de puntos ganados con primer saque, Wawrinka fue un rodillo durante todo el encuentro. También Feliciano, cuyo juego fue exquisito hasta el tercer set. 

La pérdida de dos bolas para ganar el 2º set fue el detonante de la derrota

Tras perder la primera manga en el tiebreak con un solo minibreak, la muerte súbita del segundo set se antojaba clave en el devenir del encuentro. Feli encontró el minibreak en el segundo punto, con una doble falta de Stan, pero con 6-5 y sacando para cerrar el set, el suizo colocó un passing de derecha que terminaría con las esperanzas del toledano. 9-7 en el este segundo set, y la sensación de que el encuentro se había escapado en un golpe. 

Con un Feliciano desesperado en el tercer parcial y más preocupado por enfrascarse en discusiones sin sentido con Mohammed Layani, juez de silla del encuentro, y hasta con el propio Wawrinka, el nivel de saque del español bajó mucho, otorgando la posibilidad de break al suizo en dos ocasiones. La primera fue salvada con un ace, pero la segunda fue aprovechada por el de Lausanne, que con un grito desgarrador que se escuchó en todo Londres puso tierra de por medio y no dudó a la hora de sacar para el partido. Fue demasiado duro para el 'Feli' la pérdida del segundo set, y no pudo aguantar con la fortaleza mental necesaria para competir frente a un catedralicio Wawrinka.

Se despide Feliciano de su tan querida hierba con tan solo dos partidos perdidos de 14 disputados, y con un título en su haber, pero con la amarga sensación de habérsele escapado una gran oportunidad para repetir cuartos de final en Wimbledon por detalles, y más concretamente por un detalle. Ese 6-5 en el tiebreak del segundo set que rondará por la cabeza del toledano durante los próximas días.

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Sobre el autor
Diego Jiménez Rubio
Fui Coordinador General de Más Deportes y Viajes, y miembro del Consejo de Dirección de VAVEL España. Me encanta comunicar mi pasión por el turismo y el deporte, y hacerlo con responsabilidad y profesionalidad.