Una batalla épica. Una lucha sin precedentes. El serbio Novak Djokovic conquistó su segundo Wimbledon tras vencer en una apoteósica final a Roger Federer. Cinco sets de tenis magistral desplegado por ambos jugadores. Una final para la historia. Un Grand Slam más que añadir a su palmarés, hasta contar un total de siete. De momento, cuatro Australian Open, dos Wimbledon y un Us Open. Tan solo le falta la copa de los mosqueteros -Roland Garros- para completar el Grand Slam. Una hazaña que, de conseguirla, le metería, si es que ya no lo está, de lleno en la historia del tenis.

Perdió las tres últimas finales de Grand Slam

Con esta victoria el serbio puso fin a una racha negativa de tres finales consecutivas -Wimbledon 2013, Us Open 2013 y Roland Garros 2014- de Grand Slam perdidas. Demasiado castigo para un ganador como es el serbio. Su espléndida regularidad en Grand Slams no se veía traducida en titulos, pues siempre alguien se oponía entre él y el titulo. Venía herido. Buscaba venganza. Y la encontró en la Centre Court de Wimbledon. Justo en el mismo lugar en el que un año atrás comenzó aquella racha negativa de finales perdidas.

Llegaba el serbio con tres títulos en lo que va de temporada. Tres Masters 1000 -Indian Wells, Miami y Roma- como carta de presentación. Credenciales suficientes para imponer respeto e infundir temor a su rival. Además, cosechaba una victoria ante Federer en 2014, en Indian Wells, y dos derrotas ante el suizo, en Dubai y Montecarlo. Con esta victoria dejó el 'head to head' igualado a dos frente al genio suizo.

Recupera el número 1 del ranking

El botín que se ha traído de Londres no ha sido solo su segundo Wimbledon y séptimo Grand Slam. Hay algo más. Es el trono del tenis. El serbio, con su triunfo en Wimbledon, recupera el primer puesto del ranking ATP, desbancando a Rafa Nadal. Desde que lo perdiera a manos del español, allá por octubre de 2013 en Pekín, ha sido una carrera de fondo su reconquista. Indian Wells, Miami, Montecarlo, Madrid, Roma y París allanaron el camino. Y en Londres se consumó. El tenis tiene nuevo rey. Es serbio. Y quiere mucho más.