En un partido de más de dos horas y 20 minutos de partido. Ante uno de los mejores jugadores sobre polvo de ladrillo de todo el circuito. Y remontando un primer parcial en contra. Así es como, el argentino Leonardo Mayer consigue levantar su primer título como jugador profesional. En febrero se le escapó la final en Viña del Mar. Esta vez y en un torneo 500 consigue entrar en la gloria del tenis.

Son muchos los jugadores que sueñan con levantar un título.

No es nada fácil. Todas las semanas se enfrentan las mejores raquetas del circuito por ese honor. Unos están acostumbrados a ello, otros luchan semana a semana, se entregan, se sacrifican y no lo llegan a conseguir. Mayer a sus 27 años y 11 como profesional lo ha logrado.

No lo tuvo fácil. Perdió el primer set en la muerte súbita pese adelantarse en el inicio de la primera manga. Reaccionó de manera sorprendente y endosando al español un contundente 6-1 en la segunda manga en menos de 30 minutos. Y en la tercera manga tras 1 hora de duración, una rotura para cada jugador, grandes peloteos, intercambios imposibles y puntos asombrosos, consiguió darle la vuelta al marcador y llevar el último set al desempate del tercer set. Allí el argentino supo firmar lo que todo jugador sueña. Un título. Un 500.

Mayer no se amilanó, no quiso sorpresas y apretó desde el inicio para evitar una nueva derrota.

Ferrer, con esta nueva derrota, encadena nueve finales y una solo ganada. Ante Fognini. Entre medias Roland Garros, Miami y Paris 2013. Pero lo positivo es que el alicantino sigue llegando a finales, disputándolas, sufriendo, luchando y siendo un auténtico Gladiador.

A partir de mañana, Leo Mayer, entrará entre los mejores 25 jugadores del planeta. Lesiones, accidentes y mucho sube y baja en la clasificación que a los 27 años se ha hecho justicia. Se convierte en el mejor argentino del año y el segundo en lograr un título tras el logrado por Carlos Berlocq en Estoril.