El relevo está garantizado. Esta es la más inmediata, segura, y objetiva frase con respecto al tenis femenino español. En pleno auge con la figura de Carla Suárez entre las veinte mejores raquetas del mundo y con una excelente generación encabezada por Garbiñe Muguruza, el porvenir parece que podría incluso superar las expectativas que está sembrando la cosecha actual. Aún tapadas por su temprana edad y la sombra de Muguruza, Torró y Arruabarrena, emergen Sara Sorribes, Paula Badosa y Aliona Bolsova. Esta semana han vuelto a hacer muestra de su potencial.

Davos (Suiza) ha sido el escaparate ideal para que el mundo mire atento nuestro tenis. Y es que Sara Sorribes y Paula Badosa han logrado  lo nunca antes visto en el Campeonato de Europa Sub 18: protagonizar una final íntegramente española. Y dar a España su décimo título en esta modalidad, tercero en el apartado femenino (tras Conchita Martínez y Carla Suárez). Mientras tanto, en Francia, Aliona Bolsova ganó su segundo título profesional.

Tras haberse despedido en la primera ronda en Imola (Italia), Sorribes (1996, España) ha recuperado la sonrisa. El Campeonato de Europa no es más que una confirmación de que la castellonense no está cometiendo errores en su proceso de maduración. Las expectativas sembradas en grandes ocasiones, como el pasado curso en Madrid, parecen mantenerse. La garra y la lucha siguen siendo la seña de identidad de una tenista que día a día se hace más correosa y difícil de batir. Sin duda el referente de esta potente generación.

Con un año menos, Badosa (1997, Nueva York) ya ha empezado a sembrar ilusión. Su exitoso paso por Roland Garros y Wimbledon (cuartofinalista en ambos) y la reciente final cosechada en Suiza, lo justifican. La pupila de Pancho Alvariño, con un tenis directo que se apoya en una envidiable derecha, también quema etapas. Se encuentra adentrada entre las 500 mejores tenistas del mundo y, al igual que Sara, ya sabe lo que es acompañar al equipo de Copa Federación en una eliminatoria.

Apenas nueve días mayor es Aliona Bolsova (1997, Moldavia). Llegó a estar situada como la quinta mejor tenista junior del mundo (octava actualmente). Con apenas 15 años sumó su primer título profesional en Lleida, y esta semana en Francia, en el ITF de Les Contamines-Montjoie, ha cosechado el segundo. La tenista gerundense está cuajando un gran año y está demostrando que tiene talento para ser una referencia en el futuro.

Sara, Paula y Aliona. Tres amigas. Tres talentos que sin la presión de la joven generación actual pueden crecer y formarse en la sombra. De momento representan el presente de la Armada. El futuro aún debe esperar. Y es que la ilusión y las cábalas son cosa de los aficionados. A estas tres tenistas les queda mucho camino por recorrer. Mucho trabajo y mucho esfuerzo que, realizado en la dirección correcta, ofrecerá sus recompensas.