No hubo revancha. Garbiñe Muguruza volvió a demostrar un nivel que le asemeja a las más grandes del circuito, pero se vio incapaz, no obstante, de cerrar su encuentro ante Maria Sharapova, como ya sucediera en Roland Garros. La rusa, con una fortaleza mental envidiable, volteó un complicado encuentro para terminar imponiéndose (4-6, 6-3 y 6-1). En octavos de final de Montreal se enfrentará a la también española Carla Suárez.

Tal y como se auguraba, desde el inicio del encuentro ambas hicieron gala de ese juego directo que tanto las caracteriza. Muguruza arrancó sorprendiendo (2-0) a una Sharapova que tardó unos minutos en enchufarse, pero que cuando logró entonar su derecha, dibujó continuos golpes ganadores que la permitieron igualar la contienda (2-2) en un vibrante inicio. Sin embargo, servir era un constante suplicio para Masha, que sumó al término de la primera manga siete dobles faltas. Maria fue capaz de salir airosa en el quinto juego, tras más de diez minutos de disputa. Contra las cuerdas asomaba su mejor tenis, pero rozar el peligro conlleva su riesgo. Y en el séptimo juego, Garbiñe, mucho menos errática que su rival, logró un break (4-3) que reflejaba las sensaciones de la pista. Sharapova no encontraba el rumbo, y Muguruza se apuntaba el primer acto ().

Decidida a tomarse la revancha, y dejando atrás cualquier tipo de complejos, la de Caracas comenzó la segunda manga como terminó la primera, intimidando a su rival. Una rotura en el tercer juego (2-1) ponía en una situación límite a Sharapova. Fue entonces cuando la rusa, desesperada hasta ese momento, supo aprovechar su factor mental, donde destaca entre las grandes. Reaccionó inmediatamente y supo sacar de forma continua ese tenis agresivo que encuentra líneas en cada golpe.

Muguruza, atónita, apenas pudo observar como la cuarta cabeza de serie se adjudicaba cuatro juegos consecutivos (2-5). Gran parte de la culpa la tuvo la sintonía de la rusa con su servicio, con el que se apuntó el 77% de sus primeros saques. Maria, sin apenas obstáculos, deshacía la ventaja que mucho esfuerzo, y mucho tiempo (una hora) le había costado conseguir a la hispano venezolana.

Hundida mentalmente, Garbiñe tuvo que esperar al quinto juego para estrenarse en el tercer parcial. No tuvo ninguna opción al resto y su segundo servicio era síntoma de punto perdido (tan sólo ganó el 25%). Sharapova, lanzada, cerró en blanco, y al resto, un acto que deslució la batalla presenciada en los dos primeros sets. En octavos de final la rusa se enfrentará a Carla Suárez, que se impuso a Pliskova (6-1, 3-6 y 6-3).