Tras sortear el abismo de la retirada por lesión hace apenas dos años, muy lejos de su ránking habitual, y cuando parecía que su época de esplendor había pasado, Tommy Robredo regresó con un ímpetu al circuito ATP que solo pueden hacerlo aquellos que realmente aman el tenis, y no entienden su vida sin él. Esos jugadores que más allá de ganar o perder, se divierten en la pista, y siempre quieren aspirar a más. En estos dos años, Robredo se ha vuelto a convertir en un rival temible. Elegancia desbordante, técnica sublime pero una potencia en sus golpes que dista mucho de los nuevos superestrellas, son los condimentos que auna este jugador, que ha sabido adaptarse y seguir siendo competitivo. Djokovic venía avisado; si no desplegaba su buen juego se podría complicar el encuentro. Que le pregunten a Federer, quién sufrió en sus propias carnes el buen hacer de Robredo en octavos de final del US Open 2013.

Un Djokovic apático dio alas a Robredo

Sin embargo, Djokovic salió con una actitud que dista mucho de lo habitual en él. En ningún momento se vió la voracidad y el hambre de victorias al que habitúa el de Belgrado, y mucho menos, la intensidad de piernas que le ha convertido en un rival casi inexpugnable. Djokovic fue un jugador sin alma; no mostró ni enfado ni satisfacción, ni ansia ni desesperación. Y así, por mucho que se llame Novak y se apellide Djokovic, es complicado ganar a un jugador veterano y curtido en mil batallas como Robredo. Tommy supo percibir la oportunidad que le brindaba Djokovic con su mal juego, y desplegó su mejor tenis, intentando dominar siempre con su derecha pero sin dejar desguarnecida su zona de revés sabiendo de las defensas mortíferas de Djokovic con el revés paralelo. Así, el gerundense no tuvo reparos en golpear con su revés a una mano, y remar en cada punto para lograrlo. Resultaba muy significativo escuchar el batir de las zapatillas de cada jugador por la pista, localizando unos sonidos mucho más frecuentes en el lado de Robredo que en el de Djokovic, clara muestra de que el español se estaba moviendo mucho mejor.

El saque evitó una derrota más rápida de Djokovic.

Tras perder un break de ventaja en el primer set, todo hacía indicar que Robredo podría venirse un poco abajo mientras que Djokovic subiría su nivel. Y lo subió, pero Tommy supo mantenerse firme y hacerse con un tiebreak dramático. Djokovic se mantuvo en el partido por su saque. Con 10 aces y un 75% de puntos ganados con primer servicio, le bastana al de Belgrado para continuar en liza, pero no daba ningún problema a Robredo cuando éste servía, como atestiguan las nulas bolas de break disponibles para Nole en el segundo parcial. Tommy sufrió molestias en su pierna izquierda mediado este set, pero estaba decidido a que nada le alejara de una gran victoria. Con 5-4 para el catalán, Djokovic regaló dos puntos y brindó las primeros dos bolas de partido para Robredo. El catalán experimentó el único momento de duda en todo el partido, cuando se le encogió el brazo y lanzó una derecha a la red, mientras que no pudo restar un servicio asequible en el siguiente punto. Pero con 6-5, la historia se repetiría, y esta vez Robredo no falló. Brazos al cielo y victoria muy merecida, para un jugador que supo estar ahí y aprovechar el mal juego del número 1 del mundo.

Ferrer se muestra implacable ante Youzhny

Robredo VS Ferrer: 21:00 h hora peninsular en TDP.

Con 32 años, Tommy se encuentra en plena madurez tenística, y parece desplegar el mejor juego de su carrera junto al que le llevara a ser Top10. El de Hostalrich buscará el pase a semifinales de Cinccinati ante su amigo David Ferrer. El de Xávea venció con comodidad a un Youzhny (7-5 6-0) muy perdido durante todo el encuentro, y alejó los fantasmas de su derrota frente al ruso el año pasado en el torneo de Valencia. De nuevo, habrá un jugador español en semifinales de un Máster 1000. El encuentro entre Robredo y Ferrer no comenzará antes de las 21:00 h, hora peninsular.