Existe una gama de grandes jugadores que se encuentran agazapados, esperando su oportunidad para derrotar a los grandes favoritos. Tsonga, Murray y Raonic son miembros de honor de este club; capaces de vencer a los Federer, Nadal y Djokovic, así como se proclamarse campeones en grandes torneos, suponen la principal amenaza para romper con todos los pronóstico. Su andadura comenzó con más sombras que luces, sobre todo en el caso de Murray y Tsonga, aunque lograron hacerse con la victoria.

Murray y Tsonga sufren pero sacan adelante sus partidos

Murray superó a su rival y a calambres en sus músculos

Andy Murray tuvo un partido realmente duro frente al holandés Haase. Así lo demuestra la estadística que atestigua que el holandés, a pesar de perder el encuentro en 4 sets, ganó un punto que su rival (146 por 145 del escocés). Y es que analizando las estadísticas, parece imposible pensar en una victoria de Murray. 51 errores no forzados por 47 golpes ganadores no son la receta perfecta para ganar un encuentro de Grand Slam. Sin embargo, Murray acumuló gran parte de su mal juego en un tercer set catastrófico, en el que se llevó un 6-1 en contra. Tras un primer parcial bien resuelto, y un segundo set donde Andy venció con más agallas que tenis, Haase se soltó la melena y aprovechó los problemas físicos del escocés en forma de calambres, que parecían amenazar la continuidad de Murray en el torneo. Sin embargo, éste supo reaccionar para imponerse en la cuarta manga por 7-5, jugándose casi todos los golpes al todo o nada, al estar su movilidad muy mermada. Su próximo rival será el alemán Bachinger, que dio la sorpresa al eliminar a Radek Stepanek.

Tsonga: lento de piernas pero vivo de mente

Jo WiIfried Tsonga también perdió un set, pero mostró mejores sensaciones que Murray. Con un gran nivel de saque (20 aces) y llevando la manija del encuentro siempre frente a un rival muy conservador desde el fondo de pista, el francés experimentó ciertas dudas en la segunda manga, donde cometió 13 errores no forzados. Se vio un Tsonga algo falto de ritmo, sin la movilidad necesaria para desarbolar la muralla defensiva de Mónaco; sin embargo, el de Le Mans no se desesperó, y optó por un tenis más paciente que le sirvió para ir cogiendo ritmo poco a poco, y acabar el partido con buenas sensaciones, endosando un 6-1 a su rival en la cuarta manga. El resultado final fue de 6-3 4-6 7-6 (2) 6-1. El kazajo Nedovyesov será el próximo obstáculo del galo, en su camino hacia la gloria.

Juventud, bendito tesoro

26 aces y 68 winners para un Kyrgios monumental

Dos de los jóvenes más prometedores del circuito mostraron muy buenas sensaciones. Milos Raonic, ya asentado en la élite, cuajó un gran partido ante el japonés Taro Daniel, que en ningún momento fue una amenaza para el canadiense. Raonic solo perdió su saque en una ocasión, y esto no solo le sirvió al nipón para conducir el tercer set a un tiebreak donde Raonic sacó su mejor tenis. Partido plácido para un Milos, que ya mira a la segunda ronda, donde se medirá con el alemán de nombre impronunciable, Gojowczyk. Una de las grandes noticias del día, la dio el australiano Nick Kyrgios. Tras la revolución que llevó a cabo en Wimbledon, se tenían muchas expectativas de ver cómo reaccionaba el australiano en Nueva York; el joven aussie despejó las dudas, haciendo un partido fantástico ante un experimentado Youzhny. Kyrgios se mostró muy sólido en los momentos más tensos del encuentro, como atestigua el hecho de que se llevara los dos tiebreaks disputados. Una señal inequívoca de lo avanzado que lleva el camino hacia la madurez y solidez mental este talentoso jugador. 26 saques directos y 68 golpes ganadores, ponen de manifiesto el estilo de juego tan agresivo como certero, del joven Kyrgios. Le espera en segunda ronda otro duro hueso de roer, como es el veterano Andreas Seppi.