La tercera jornada del US Open, la cual entremezcló los últimos encuentros de la primera ronda con los más tempraneros de la segunda, llegó a su fin en una madrugada llena de emoción en las instalaciones de Flushing Meadows. Como colofón para un día repleto de sorpresas y reivindicaciones, el número cuatro de la ATP, Stanislas Wawrinka, saltaba al Arthur Ashe Stadium para afrontar su encuentro de segunda fase ante un rival correoso como el brasileño Thomaz Bellucci.

El tenista sudamericano, quien en el año 2010 a punto estuvo de colarse en el top20 mundial y además suma en su palmarés tres títulos del circuito ATP, vive en estos momentos un momento de suma irregularidad profesional, situado en un puesto 91 del ránking que difícilmente hace justicia a su innegable valía y talento tenístico. Unas semifinales en Sao Paulo y tres cuartos de final en Rio De Janeiro, Múnich y Gstaad han sido sus mejores resultados en un año 2014 en el cual no ha terminado de hallar su mejor rendimiento.

Tanto Wawrinka como Bellucci llegaban a la segunda ronda del US Open tras conseguir una victoria cómoda en la primera fase del mismo, ambos en tres mangas y ante el checho Jiří Veselý y el francés Nicolas Mahut, respectivamente. A pesar de ello, las sensaciones del tenista suizo no eran comparables a las exhibidas en el primer tercio de la temporada, en el que se hizo, imperante, con los títulos del Open de Australia y el Masters 1000 de Montecarlo.

El encuentro comenzaba cómodo para el tercer favorito del cuadro. Con un Bellucci completamente hundido en el fondo de la pista, Wawrinka se permitía dar rienda suelta a su tenis más agresivo, atacando con consistencia al frágil revés del brasileño, quien sufría sobremanera con su servicio y apenas gozaba de oportunidades al resto. La prolongación de esta tendencia en el juego se tradujo en una clara ventaja a favor del suizo en el marcador. Wawrinka se hacía con los dos primeros sets por 6-3 y 6-4, logrando un break en cada uno y sin ceder siquiera una pelota de rotura a su rival.

A pesar de la adversidad de las circunstancias, el papel de Bellucci en el US Open estaba lejos de terminar. Aprovechando un pequeño bajón en el nivel del suizo, el tenista brasileño se hizo cargo de la situación y asumió un papel mucho más ofensivo que el ofrecido hasta ese instante. Dominando con su exquisito drive y mostrándose frío mentalmente hasta el punto de materializar las dos ocasiones de rotura que se le presentaron, Bellucci lograba recortar distancias en el marcador anotándose el tercer parcial por 6-3.

El cuarto set, que a la postre pasaría por denominarse también como el último del partido, se presentaba como un billete esencial para Wawrinka a la hora de impedir que el encuentro se le complicase más de lo esperado. Para Bellucci, significaba un trámite necesario para lograr alcanzar la manga definitiva. En él, el nivel tenístico ascendió de forma considerable, desarrollando ambos jugadores su mejor tenis y enfrentándose en un despiadado cara a cara en el que el baile de roturas y los larguísimos intercambios de derecha a revés fueron la tónica habitual.

Blaz Kavcic, rival de Wawrinka en tercera ronda

Finalmente, la igualdad desembocó en el lugar en que es habitual que lo haga: un tie-break. En el desempate, el suizo impuso su condición mental de favorito y se deshizo de Bellucci por un aplastante 7-1. Wawrinka, no sin pelear, estaba en tercera ronda del US Open 2014.

El tenista de Lausanne, quien defiende las semifinales alcanzadas el pasado año (las cuales se mantienen como su mejor resultado en el Grand Slam americano), se verá las caras en la próxima ronda del torneo con el esloveno Blaz Kavcic, una de las grandes sorpresas de los primeros días de competición, quien se deshizo en la segunda fase del trigésimo favorito al título; el francés Jérémy Chardy.