Con tiempo de retraso tras el maratoniano encuentro de cuartos entre Nishikori y Wawrinka, el duelo por un puesto en las semifinales de la parte alta del cuadro femenino comenzaba en el penúltimo turno de la Arthur Ashe.

Penneta fue superior a Serena al comienzo del partido

Flavia Pennetta sabía que el duelo que lidiaba con Serena Williams iba a ser complicado. No precisamente por el 5-0 adverso en enfrentamientos directos con la americana, sino porque Serena, cuando pisa Nueva York, es otra, es una tenista que se aferra magnéticamente a una pista que la ha visto coronarse en cinco ocasiones. Pese a ello, y pese a jugar con la presión que se siente simplemente con pisar el cemento de la Ashe, Pennetta fue superior a Serena en los primeros compases del encuentro. La primera mujer italiana en entrar al topten desde 2009, intimidó a la menor de las Williams rompiéndole el saque de inicio hasta en dos ocasiones seguidas.

Con un parcial de 3-0 en contra, Serena dijo basta y comenzó a carburar la maquinaria que la ha llevado a estar peleando a día de hoy por su 18º Grand Slam. Consiguió aumentar la consistencia con su servicio e incrementó la eficacia de sus tiros potentes ante los que Pennetta poco pudo hacer. Rara vez perdiendo una bola, Serena levantó el parcial ganando seis juegos consecutivos que sentenciaban una primera manga que cayó de su lado.

Con la victoria ante Pennetta, Serena encabeza ahora la RACE

Con la Central hasta la bandera animando a una jugadora que de coronarse en Flushing Meadows sería la tercera consecutiva, el ambiente se fue caldeando y con ello el tenis de una Serena ‘on fire’. Dos roturas; en el quinto y séptimo juego le valieron a la número uno del mundo -que además se sitúa a la cabeza de la RACE desbancando a Sharapova- para sellar su pase a las semifinales del US Open (6-3 y 6-2), donde ya le aguarda la que fuera verdugo de la bielorrusa y finalista en las dos últimas ediciones (Victoria Azarenka), la rusa Ekaterina Makarova.

Precisamente sobre la moscovita Serena decía en rueda de prensa: “Makarova se mueve muy bien. No le importa con quien juegue, da el 100%. Este tipo de jugadores hay veces que son complicados de ganar porque eso les hace ser mejores. Tiene un muy buen revés y una derecha que ha mejorado”. Además aclaraba: “Ella ya me ha ganado. Yo evidentemente estaré ahí intentando dar lo mejor que pueda de mí”.

Un duro compromiso ‘a priori' con una tenista muy en forma en los últimos tiempos -semifinalista en Washington y Montreal- y que en este 2014 ha alcanzado su mejor posición dentro del ranking WTA (18). Por el camino, victorias en Nueva York como la de este año ante Azarenka o la del curso pasado ante Radwanska, la dotan de cierto respeto por parte de las tenistas top.  Sin embargo, delante tendrá a una Serena Williams que no entiende de imposibles y que pretende alargar la racha de 19 victorias consecutivas sobre el cemento neoyorquino desde que perdiera la final de 2011 ante Samantha Stosur.