Sin capacidad de supervivencia. Sin continuidad en sus reacciones. Los rasgos más característicos de María Sharapova continúan ausentes. La rusa no atraviesa su mejor momento. No se adjudica un torneo desde Roland Garros, y en cuatro de los últimos cinco torneos disputados, se ha visto apenada en octavos de final. En esta ocasión su verdugo ha sido Timea Bacsinszky (7-6(3) y 7-5). La rusa no anduvo fina. Agresiva como casi siempre, no logró hacer daño al resto en toda la primera manga. No obstante, gracias a su derecha pudo alcanzar el desempate. Ahí Sharapova asumía el rol de favorita. Lo sabía la suiza, que proveniente de la previa, no tenía nada que perder. Quizás ahí estuvo la diferencia. Más tranquila y suelta en sus golpes, Bacsinszy se impuso con contundencia (7-3).

El panorama cambió completamente en el segundo acto. El cansancio, tras un set de más de una hora, hizo mella en ambas tenistas, que vieron como descendían sus porcentajes con el primer servicio. La rusa aprovechó el inicio para sorprender a Timea, algo relajada quizás (0-2). Sin embargo, hasta en dos ocasiones, María desperdició la ventaja adquirida (4-4). La rusa era un querer y no poder. Su rostro reflejaba frustración. Estaba en una situación más que habitual, ya que remontar es el pan de cada día para la ex número uno del mundo. Sin embargo sus ataques no encontraban rumbo, y Bacsiszky se mostraba muy sólida en el fondo de la pista. Esto terminó de reflejarse en el marcador, cuando la suiza, al resto, selló el partido (7-5).

Wozniacki y Bourchad sí vencen

La que sí atraviesa un momento dulce es la danesa. Ha vuelto a relucir el tenis que la llevó a tomar el cetro de la WTA. Dellacqua, duro obstáculo para Garbiñe la pasada semana en Tokio, le duró poco más de una hora. Y es que Caroline vuelve a mostrarse muy fuerte en el fondo de la pista. Tan capaz de aguantar largos intercambios, como de tomar el ataque con su derecha y cerrar el punto en un par de golpes. La primera manga fue una absoluta exhibición que contuvo todos estos ingredientes (6-0). En la segunda, un bajón “justificado” por lo superior que se estaba sintiendo en la pista (0-3), sembró dudas. Sin embargo, la octava cabeza de serie, que parece caminar rápido y sin oposición, firmó otro parcial de 6-0 para cerrar el acto (6-3).

Eugenie Bouchard también alcanzó sin problemas los cuartos de final, tras superar (6-2 y 6-3) a Alison Riske. La canadiense, afianzada con su servicio (75% de puntos ganados con el primer saque), y mostrándose muy agresiva en la pista, se apuntó el primer parcial sin apenas oposición. Tras un inicio de tanteo (3-2), dos breaks, y cuatro juegos consecutivos, la valieron para marcar las diferencias. En la segunda manga, pese a mantenerse muy metida en pista, y realizando restos profundos, cometió excesivos errores que la llevaron a sufrir de inicio, y también al final, donde necesitó tres juegos para cerrar el encuentro (6-3).

También lograron su pase a la antepenúltima ronda Angelique Kerber (6-1 y 6-1 a Zahlavova) y Petra Kvitova (6-3, 2-6 y 6-4 a Pliskova).