El tenis es un estado de ánimo. Sí, al igual que el fútbol, o incluso mucho más por el carácter individual del deporte de la raqueta. El David Ferrer que se está viendo en 2014 se asemeja mucho más al de hace seis o siete años que al que asombraba con su juego durante 2012 y 2013, convirtiéndose en un jugador casi infranqueable salvo para el Big Four. La ruptura con su entrenador de toda la vida, Javier Piles, una ligera pérdida de sus condiciones físicas así como algunas lesiones, y la incapacidad de aceptar y voltear esta situación, han convertido a Ferrer en un jugador vulnerable. Eso lo aprovechó un Marcel Granollers que cuajó un partido magnífico para apear del torneo de Tokio a las primeras de cambio, al jugador alicantino.

Victoria merecida de Granollers

A pesar de que el primer parcial cayera en manos de Ferrer, las sensaciones desde el inicio de partido fueron negativas para éste. Granollers imponía su ley con un gran porcentaje de servicios, que mantuvo todo el encuentro, y se metía dentro de pista a la mínima opción que tenía, intentando acabar siempre en la red, donde es un maestro de la volea. Dispuso de tres bolas de break que no aprovechó, mientras que Ferrer convirtió la único que tuvo. 6-4 para el de Jávea pero gesto torcido.

Ferrer nunca tuvo el mando del encuentro

El segundo y tercer parcial fueron realmente parecidos. El partido estaba en manos del catalán, que solo sufría cuando en situaciones concretas Ferrer parecía desesperezarse y quitarse la coraza que le acogota, sacando su mejor juego. Sin embargo, estos arranques de orgullo no tenían mayor continuidad que dos o tres puntos, y siempre acababan derivando en errores no forzados a continuación. Marcel se situó por delante en el marcador en ambos parciales y tuvo ciertas dudas. Pero ni tan siquiera con esta colaboración, Ferrer fue capaz de hacerse con el mando del partido. El resultado final es totalmente justo; ganó el jugador que más hizo para ello, dando un recital de voleas y, sobre todo, de actitud.

El próximo rival de Granollers será el estadounidene Steve Johnson, quién se deshizo del local Hiroki Moriya por 7-6 (4) y 6-2. En el otro partido destacable de la jornada, Kevin Anderson se impuso a la joven promesa austriaca, Dominic Thiem por 7-6 (5) y 6-4.  El sudafricano es el rival potencial de Kei Nishikori en cuartos de final. Otros triunfadores del día fueron Golubev, que derrotó al francés Herbert por 6-4 6-4, y Gilles Muller, cuyo juego agresivo de saque-volea adquirió una gran eficacia frente al argentino Delbonis.