El sorteo deparó que ambos tenistas se volvieran a enfrentar un año más tarde, sobre la misma pista, pero esta vez en busca de las semifinales. Si el año anterior ambos acabaron extenuados y desplegando un grandísimo tenis en el que sería uno de los mejores partidos del año, el de la presente temporada tampoco se iba a quedar atrás.

Es de sobra conocida la batalla que ambos muestran en cada partido. Pero esta vez, a pesar del primer set de ventaja apuntado por el serbio, el suizo se llevó el gato al agua. Un primer set en el que el de Lausanne erró más de la cuenta permitió al balcánico soñar con una nueva semifinal en su torneo fetiche.

Todo cambió. El suizo empezó a engrasar su derecha que tan bien le había funcionado a lo largo de todo el torneo. Pero lo mejor estaba por llegar. El revés a una mano del número ocho del mundo, por aquel entonces, se unió a la fiesta y empezó a abrir ángulos imposibles, tanto liftados como cortados, para acabar desquiciando al jugador serbio en el segundo y tercer parcial, apuntándoselos por 6-4 y 6-2.

Djokovic no había dicho todavía su última palabra y, en el cuarto set, su estilizado revés -sumado a su gran derecha- empató el partido. Un grito de rabia, de alivio, para liberar tensiones, estremeció la Rod Laver que quería más. Todo iba a decidirse en el definitivo último set. Sin muerte súbita. Los fantasmas pasados asolaron la cabeza del suizo, que empezó con el pie izquierdo el quinto set. Pero Wawrinka no era el mismo que antaño. Su cabeza parecía inquebrantable. Puntos interminables. Peloteos superiores a las 20 bolas.

Acto seguido, Stan recuperó su saque para mantenerlo, al igual que Djokovic, hasta el decimosexto juego. En él, el suizo aprovecharía los errores no forzados del serbio para sellar su pase a la siguiente ronda, cerrando el último set por 9-7 tras cuatro horas de partido.

"Siempre lo intentaste. Siempre fallaste. No importa. Inténtalo otra vez. Falla de nuevo. Falla mejor", la frase del dramaturgo irlandés Samuel Beckett que Wawrinka lleva tatuada en su antebrazo izquierdo.