Era la primera vez que se enfrentaban, y lo hacían en la final del ATP 250 de Moscú. Bautista comenzó con un nivel de juego muy superior a Cilic. Todo hacía pensar durante el primer set que el español tenía posibilidades de vencer, pero en el séptimo juego el encuentro dio la vuelta.

El castellonense ganó el primer juego con su servicio sin problemas. En el servicio del croata tuvo punto de break, pero el número seis lo solucionó con un ace. Empezaba Bautista apretando fuerte y parecía superior. Cilic tiró de saque para salvarse, pero su rival había salido con todo a la pista y después de un punto increíble que parecía ser para Cilic volvió el marcador a 40 iguales.

Bautista estaba cómodo en la pista y las piernas le respondían a la perfección. Cilic se comenzó a desesperar porque su saque no caía de su lado. Estaba teniendo más puntos de ventaja el español que él.

Mucho trabajo le costó al número seis no encajar el primer break. Bautista siguió su camino como si no hubiera pasado nada, la mejor opción. Si seguía con esa actitud y jugando a ese nivel la rotura llegaría.

La red le complicó ganar su juego fácilmente, y como en el anterior, llegaron a 40 iguales. Pero el español no dejó que se alargara tanto el servicio. Con la primera ventaja se lo llevó. 2-1. Los saques directos salvaron a Cilic de complicarse el partido desde temprano. En el cuarto juego ya había conseguido tres por cero del español. 2-2.

Al acabar el quinto juego, con 3-2, Bautista pidió ayuda por el golpe que se había llevado en la rodilla al caer a la pista tras intentar contestar un punto. Pasados unos minutos, el juego se reanudó.

Las cosas cambiaron cuando iba quedando menos tiempo para que el set cayera de un lado u otro. El séptimo juego se lo llevó Cilic, siendo el primero en romper el saque al rival, a pesar de que Bautista lo había estado rondando en más ocasiones. 

Consolidó el break el número seis. 3-5. El español ganó su saque y se puso por encima en el de Cilic, cuando sacaba para llevarse el set. De nuevo con su servicio el croata consiguió el 40 iguales, y con una bola de Bautista que chocó contra la red, la ventaja y punto de set. Esta vez fue Cilic quien mandó la pelota a la cinta. De nuevo Bautista, quien estaba comentiendo muchos más fallos que al principio. Con otro saque directo, Cilic se apuntó la manga. A veces el juego no refleja la justicia de lo que está pasando en la pista. El español merecía ganar la primera manga, pero por un despiste en el peor momento, se le escapó. 4-6.

En la segunda manga seguía el mismo ritmo. Break y contra break. Lamentablemente, el español parecía haberse desmoronado. Se anotó su segundo saque al menos, 1-2. Cada uno conservó su saque y el marcador subió a 3-4.

Cilic estaba desplegando un arsenal de golpes muy acertados. Ambos estaban peleando, pero las tornas habían cambiado y estaba siendo superior el croata. Empezó restando el noveno juego para ganar el partido con un passing shot increíble. Aun así, Bautista aguantó y conservó su servicio. 4-5. El número seis sacaría para proclamarse campeón en la capital rusa.

Se llevó los dos primeros puntos anotándose dos saques directos más, con un total de 10.  15-40 por un error del croata y punto de partido. Se alargó un punto más. Con 30-40 la bola de Bautista salió fuera y Moscú ya tenía nuevo vencedor, con solo seis puntos de diferencia ganados con su rival.

Tras su mala racha, Cilic se anota uno de los últimos torneos del año, respaldando su puesto en la Copa de Maestros.