Era la oportunidad de oro. Una final que desde 2005 era la primera de Grand Slam sin participación del Big Four (Federer, Nadal, Djokovic y Murray). Cilic había recuperado el gran nivel de juego mostrado en 2010, donde alcanzó el topten por primera vez en su carrera y a manos de su entrenador Goran Ivanisevic -todo un campeón de Grand Slam-, parecía haberle inyectado ese gen ganador y competitivo que le faltaba en la sangre al croata.

Duelo inédito

Cilic había dejado por el camino a jugadores de la entidad de Tomas Berdych o Roger Federer con una tranquilidad pasmosa y con un juego mortífero desde el fondo de pista. Nishikori llegaba a su primera final de Grand Slam recuperando el momento dulce que tuvo de tenis durante la temporada de tierra batida, antes de sufrir una lesión en la espalda que le bajó de los grandes torneos del verano. En el US Open volvió a darle una marcha más a sus partidos a manos de su revés, liderando todos y cada uno de sus encuentros hasta la final.

Cilic: dominador de la situación

Desde el primer momento el tenista croata se adueñó de la situación y, apoyado en su derecha y en un servicio muy seguro (17 aces y 80% puntos con primer servicio), desarbolaba a un Nishikori que tenía que vaciarse por completo porque cualquier bola a mitad de pista era utilizada por Cilic para soltar un latigazo y subir hacia la red.

El tenista croata defendió muy bien durante todo el torneo y volvió a demostrarlo en el partido final, contestando a todas las acometidas del japonés desde el revés cruzado o paralelo. Nishikori se vio algo lento en la final. Quizá este partido le vino demasiado pronto después de la lesión y llegó un poco justo al final de la semana. Al contrario que Cilic, el nipón vivió duras batallas ante Wawrinka y Djokovic y se dejó el físico en la pista, con lo que llegó entre algodones al momento donde se decidía el campeón. Nishikori se encontró desde muy pronto abajo en el marcador y no fue capaz de volver a meterse en el partido. Cilic solo le concedió una bola de break en todo el choque y le superó en todas las facetas del juego.