Más mencionado en los últimos días por su estado físico (principio de apendicitis), Rafael Nadal reapareció con victoria en su estreno en Basilea. Aún inmerso en la decisión que tomará tras el evento suizo, y si se operará o no finalmente, el español despejó ciertas dudas con una victoria contundente (6-2 y 6-2) ante Simone Bolelli. El italiano no anduvo fino en su juego y propició que la complejidad que preveía el número tres del mundo no fuera para tanto.

Los síntomas del comienzo no parecían ser buenos. Dos metros por detrás de la línea, Nadal no lograba ser decisivo con su derecha. En cambio, Bolelli cerraba su servicio en blanco (1-1). Pero el panorama iba a cambiar para decepción del italiano. El español, poco determinante, se percató del escaso acierto de Simone, y prolongó los puntos hasta forzar numerosos errores en su rival (sumó nueve en la primera manga). Esto se traducía en el marcador, donde el balear abría brecha (4-1).

Bolelli trataba de poner soluciones, pero tan solo era capaz de dejar algún destello con su derecha, mientras Nadal poco a poco afianzaba su juego y mostraba más confianza. Rafa se adentró más en la pista y comenzó a ejercer un tenis algo más directo. El italiano, sirviendo para mantenerse en la pelea, sucumbió ante el español que decidió acelerar y cerrar con rapidez el primer acto (6-2) cuando tan solo habían transcurrido 31 minutos de disputa.

El encuentro se igualó en el comienzo del segundo parcial. Pese a que Nadal caminaba firme, Bolelli en esta ocasión se resistió con más fuerza a arrojar la toalla. Cada servicio era un suplicio para el italiano, que sin embargo lograba sacarlo adelante (2-2). El español en cambio no se precipitó. Paciente, aguantó hasta tener su oportunidad. Y la mejor se presentó en el sexto juego, con dos bolas de break. Nadal aprovechó la primera (segunda de la manga), para lograr una decisiva rotura (4-2).

Con el encuentro bajo control, el de Manacor volvió a desplegar un juego más agresivo. Acrecentó los golpes con su derecha y su movilidad. Buscó las líneas y encontró resultados. Bolelli no pudo seguir el ritmo de partido que comenzó a marcar el español, y de nuevo evidenció tanto la diferencia de nivel entre ambos, como la escasa sintonía con su tenis durante el encuentro. Rafa cerró con victoria (6-2 y 6-2) su estreno en Basilea.