Roger Federer ha vuelto a ser feliz dentro de una pista de tenis en 2014, y fuera de ella ha seguido gozando del reconocimiento y cariño de todos los fans, además de volver a ser padre por partida doble -esta vez de dos niños gemelos: Leo y Lenny-. A un solo paso de recuperar de nuevo la cima del ranking ATP, el helvético ha sido capaz de hacer importantes ajustes en su juego a pesar de haberlo ganado todo. Edberg ha sido una figura clave en esta reconversión. Federer volvió a ser temible y puede redondear su año con una victoria en Londres y proclamándose campeón de la Copa Davis con Suiza.

Buenas sensaciones en los primeros meses del año

La temporada ha sido frenética para Roger. Ya el día 1 de enero el de Basilea estaba en las pistas del torneo australiano de Brisbane, donde cayó derrotado sorpresivamente en la final ante Lleyton Hewitt, en un duelo de otra época. Federer jugó muy relajado, buscando más sensaciones que la victoria y probando cosas nuevas en su juego.

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Brotes verdes en su juego y actitud en Australia

Pero no sería hasta el Open de Australia, cuando se vería un Federer con hambre de victoria. Se plantó en cuartos de final sin perder un solo set, y dio un golpe sobre la mesa derrotando en cuatro parciales a Murray. Fue una victoria balsámica que le demostró al suizo que, acortando los puntos e intentando ganar la red, podía volver a ganar a los mejores. No pudo hacerlo en semifinales frente a Nadal, que le infringió un correctivo en forma de 7-6 (4), 6-3 y 6-3. Pero Roger había dado claras muestras de mejoría.

Interés y buen hacer en la Copa Davis

Victorias cómodas frente a Bozoljac, Kukushkin y Golubev

A finales de enero saltaba una de las grandes noticias del año. Federer se marcaba como objetivo prioritario la Copa Davis. Es uno de los pocos títulos importantes que le quedan y acudió a la llamada de Luthi, al igual que Wawrinka, eliminando a Serbia con una victoria de Federer ante Bozoljac por 6-4, 7-5 y 6-2. En abril, justo antes de la gira europea en tierra batida, fue clave para derrotar a Kazajstan con sus victorias frente a Kukushkin y Golubev.

Finalista en Indian Wells con un juego estelar

Tras unas semanas de descanso, Roger se alzó campeón en Dubai venciendo a Djokovic en semifinales y Berdych en la final. Prorrogó su buen hacer en Indian Wells, donde estuvo a pocos puntos de derrotar de nuevo al serbio. El suizo planteó un juego electrizante, muy vivo de piernas en todo momento y con una actitud ganadora que no se le vio en 2013. Fue una de sus mejores semanas del año. A pesar de la derrota, el mensaje fue claro: Federer ha vuelto. Finalizó la gira americana con una derrota en cuartos de final de Miami frente a Nishikori.

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Dudas sobre tierra batida

Sus gemelos nacieron en plena gira

Amargo fue el sabor que dejó la arcilla a Federer. A pesar de comenzar bien en Montecarlo derrotando a jugadores como Tsonga o Djokovic para plantarse en la final, ésta se escapó ante su compatriota Wawrinka, en lo que pareció ser una de las derrotas más dolorosas del año para Federer, que no ha logrado ganar aún en el Principado monegasco. Su paternidad le impidió jugar en Madrid, no así en Roma, donde no pareció estar preparado para competir al caer sorpresivamente frente a Chardy. Gulbis se erigió en el verdugo de Roger en París, apeándole de Roland Garros en octavos de final, en un encuentro a cinco sets en el que el suizo no se mostró lo suficientemente agresivo con su juego en los momentos importantes.

Wimbledon se escapa entre las yemas de los dedos

Después de su funesto paso por el All England Tennis Club en 2013, donde cayó en segunda ronda ante Stakohvsky, Federer acudió a Londres con energías renovadas. Con la confianza que otorga levantar una vez más el título de Halle (y ya van siete), el de Basilea cuajó un torneo casi perfecto. Sufriendo mínimamente ante Wawrinka en cuartos de final, Federer se presentó en la final en gran forma y con una posibilidad única para hacerse con el tan ansiado 18º Grand Slam.

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Glorioso partido ante Djokovic

Sin embargo, Djokovic no se amilanó y derrotó a Roger en uno de los mejores partidos del año. Tras cinco disputados sets, en un fabuloso duelo de estilos, Roger acabó sucumbiendo al tenis del de Belgrado. 6-7 (4), 6-4, 7-6 (6), 5-7 y 6-4 fue el resultado final del encuentro.

Gira estaodunidense agridulce

A pesar de mostrar su mejor tenis durante las cuatro semanas en las que se disputaron los Masters 1000 de Canadá, Cinccinnati y US Open, el gran objetivo del suizo no se cumplió. Tan sorpresiva como dolorosa fue la derrota de Roger en la final de Toronto ante Tsonga, aunque a la semana siguiente se resarciría alzándose campeón en Cinccinnati, tras vencer a jugadores de la talla de Monfils, Murray, Raonic y Ferrer en la final.

Campeón en Ohio y subcampeón en Canadá

Con estos precedentes de buen juego y confianza por las nubes, Federer se presentó en semifinales del US Open, donde se enfrentaba a Marin Cilic. Si bien es cierto que ha sido un año exitoso, este encuentro no será fácil que lo olvide Roger. El gigante croata cuajó el partido de su vida, con un nivel de saque inverosímil que hizo imposible cualquier intento de Federer por hacerle daño. En sets corridos, el croata acabó de un plumazo con el sueño de inscribir un Grand Slam en el palmarés del año 2014 para Federer.

Tramo final tan apasionante como exitoso

Ésto no fue óbice para que Federer continuara ilusionado y se marcara nuevos retos. Unos días después de caer en Nueva York, Roger se dio un baño de multitudes en Ginebra, con la semifinal de la Copa Davis ante Italia. Allí otorgó dos de los tres puntos con los que Suiza alcanzaba la final de la Copa Davis al vencer a Bolelli y Fognini. Dicha final se dispuará del 21 al 23 de noviembre contra Francia en territorio galo.

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Agónica victoria ante Mayer y exhibición contra Djokovic

En el penúltimo Masters 1000 de la temporada disputado en Shanghai, Federer mostró una gran actitud, venciendo uno de esos partidos que parecen estar perdidos en varias ocasiones. Levantando cinco bolas de partido ante Mayer, el helvético adquirió el rol de ganador, que no abandonaría ya en todo el torneo. Especialmente destacable fue su victoria frente a Djokovic en semifinales, donde volvió a someter al serbio a su juego atacante, para rubricar el título en la final ante un encorajinado Simon que nada fácil lo puso.

Acudió Roger a su ciudad natal, Basilea, para disputar el torneo ATP 500, preparatorio para el Masters 1000 de París. En un torneo perfecto en el que derrotó a jugadores del nivel de Grigor Dimitrov, Karlovic o Istomin, Roger arrolló en la final al belga Goffin, venciéndole con un marcador de 6-2 y 6-2, y haciéndose con su sexto torneo de Basilea.

Bajo el amparo de la pista indoor de Londres, Roger se postula como uno de los máximos favoritos a hacerse con la Copa de Maestros. Sería su séptimo título y prorrogaría su leyenda en este deporte, acercándose peligrosamente al número 1 del mundo.