Es el séptimo año consecutivo que Murray estará entre los ocho mejores al final de temporada. Hay que detenerse a valorar eso. El mejor jugador británico disputará la Copa de Maestros en casa, que comienza el 9 de noviembre, y aún puede dar muchas sorpresas en ella.

Este año ha ganado en Shenzen ante Robredo, Viena ante Ferrer y en Valencia, donde repitió final con el catalán, en el que probablemente fuera el partido de 2014.

Este mes ha sido una lucha constante para el nuevo número ocho, sexto clasificado para la Copa de Maestros.  Tenía una dura disputa por entrar a tiempo en el ranking de la carrera a Londres. En ella, su principal rival era Ferrer. El español comenzó el último sprint dando señales de que podría ganar la batalla, incluso se posicionó por delante de él en la clasificación mundial, pero la final de Viena fue el punto de inflexión. Murray levantó un set en contra para llevarse la victoria que le aventajaba en la disputa. Lo del escocés en esta final no fue humano, parece que está hecho de otra pasta.

Días después, se toparon en las semifinales de Valencia. El alicantino había confesado estar cansado por el ritmo del calendario, pero aun así plantó cara al escocés, que parecía no importarle a quien se llevara por delante con el fin de conseguir plaza para el 02 Arena. Y así fue, de nuevo Murray pasó por encima del español, 6-4, 7-5. Y le quedaron fuerzas para destrozar a Robredo al día siguiente, a la vez que se desgastaba él, en un partido histórico.

El escocés no se conformaba con superar a su principal amenaza para Londres, quería el título en Valencia, asegurarse su plaza de Maestro, y ahora quiere conquistar París. La temporada está acabando, pero gracias a jugadores como él estamos viviendo momentos más que emocionantes.

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El búlgaro tenía que llegar a semifinales de París-Bercy como mínimo para seguir optando a una plaza en la Copa de Maestros. Aun así no dependía solo de sus resultados, sino de que los jugadores que le superan en puntos fallaran pronto. Una combinación complicada que hoy, con la derrota, ha terminado con sus opciones.