Bajo el techo del O2 Arena y la estridente iluminación del mismo, se dan cita en el Grupo B del cuadro de individuales cuatro jugadores aspirantes a todo. La nutrida experiencia de Murray y, sobre todo Federer, en este torneo, contrasta con la bisoñez de Raonic y Nishikori, que han irrumpido con fuerza en el año 2014 en la élite del tenis mundial, proporcionando un cambio de aires a este evento de final de temporada.

El sorteo, realizado el lunes 3 de noviembre, arrojó la confluencia de Roger Federer, Andy Murray, Milos Raonic y Kei Nishikori en el mismo grupo. Todos contra todo en una batalla que se presenta como encarnizada y en el que cada set, e incluso cada juego, puede determinar los dos clasificados para semifinales.

Juventud frente a experiencia entre cuatro estilos diferentes

Federer es el favorito y, por ende, el rival a batir. Tras un año 2014 que ha supuesto el regreso a la élite del suizo, tras atravesar en 2013 uno de los peores (o menos buenos) años de su carrera tenística, el de Basilea acude con un objetivo claro: ganar el torneo y acercarse de nuevo al número uno mundial. El juego directo y agresivo, con recurrentes subidas a la red, parece adecuado para la pista londinense, pero no así sus rivales, cuya capacidad para pasar desde el fondo de pista las acometidas en la red de sus rivales es notoria, sobre todo en el caso de Murray y Nishikori.

El japonés es uno de los jugadores que más ilusiona a los aficionados. Polivalente y sin fisuras aparentes en su juego, el hándicap que puede lastrarle en Londres es su inexperiencia en este tipo de partidos, como ya le ocurrió en la final del US Open frente a Cilic. Aportará un duelo de estilos frente a juegos directos de Federer y Raonic y un cierto conservadurismo del inglés.

Y es que Murray, a pesar de recuperar la chispa y confirmarlo con victorias, no acaba de ser el jugador de 2012, cuando ganó el oro olímpico y el US Open. Si no da un paso adelante y obtiene mayor confianza con su golpe de drive, corre el riesgo de parapetarse en su juego defensivo, algo que no le bastará, presumiblemente, para vencer a estos jugadores.

Raonic es el otro novel del grupo. Su saque alcanza velocidades endemoniadas bajo techo, y si lo acompaña de la actitud y movilidad que mostró ante Federer en París-Bercy, se puede erigir en una clara alternativa a pasar de grupo.