Si a Caroline Wozniacki la mencionas el apellido Williams, seguramente un sutil escalofrío la recorra todo el cuerpo hasta la empuñadura de su raqueta. No es para menos. Serena o Venus, da igual, pero no encuentra la forma de poder hincarlas el diente o, lo que es lo mismo, que las gemelas no se lo claven a ella.
La 'maldición de las Williams'
Hasta diecisiete veces se ha topado con ambas hermanas a lo largo de su carrera y tan solo en una ocasión -ante Serena Williams en Miami 2012- consiguió alzarse con la victoria. Una victoria en 17 duelos con la familia Williams. De pesadilla. Diez derrotas con Serena y cinco contra Venus, que tras la pasada madrugada ya son seis.
Solo una victoria para Wozniacki en sus 17 duelos con las Williams
Esta vez su rival era Venus, la Williams menos buena según dicen, pero el resultado con ella nunca le es fructífero. Algo intangible la separa siempre del éxito cuando se cruza con la tenista estadounidense. Lástima que, en esta ocasión, el escenario donde el destino las deparó era en una final, en Auckland, con un final igual al de siempre, pero con un pequeño matiz: la danesa ganó por primera vez en su carrera un set a Venus. Un set más ante cualquiera, pero que en estas lides para Wozniacki casi era una proeza visto lo visto, pero de poco valió.
Los errores de Wozniacki despertaron a su 'bestia negra'
Un inicio inmaculado de Caroline la acercaba al título en Australia. Venus Williams no sabía como frenar el avasallamiento de la de Dinamarca, con unas derechas letales y un saque inapelable. Además, Venus no estaba ni mucho menos inspirada al servicio y, todo ello, se aglomeró en un rotundo 6-2 para Wozniacki.
Con 6-2 y break abajo en el 2º set, Venus despertó
Todo estaba de cara para la danesa, incluso en el primer juego del segundo set quebró el servicio de su oponente, pero de repente todo cambió. Un par de drives estratosféricos de Venus la despertaron y hundieron en el más profundo fango a Wozniacki, que ya veía la que se la venía encima, una vez más.
A partir de entonces, cada punto siempre caía de lado de Venus Williams, cada peloteo era suyo, cada acción de fortuna, cada punto clave o definitivo. Del juego inicial con break para Wozniacki, se pasó a una racha de cinco juegos consecutivos -con dos roturas de servicio- para la estadounidense, haciéndose así con la segunda manga por 6-2.
Con las garras bien afiladas y con su presa danesa en un titubeo incesante, una agresiva Venus Williams no pudo hacer otra cosa que aprovechar la ocasión. El título estaba ahí, y no estaba como para dejarlo pasar tras su mal 2014. En un tercer set algo más apretado, Venus cerraba el partido y con ello el campeonato, Auckland era suyo. Con este, 46 títulos WTA a sus espaldas ya.
A sus 34 años, Venus Williams se hace con su 34º título WTA
Wozniacki veía como se la escapaba su tercera final consecutiva y, con ello, la primera de las batallas por volver a lo más alto del podium de la WTA. Aunque como se cruce muy asiduamente con cualquiera de las Williams, difícil lo tiene. La pesadilla continúa...