Tras la primera media hora de partido todo era placidez para Nadal. Después de un 6-2 con una superioridad manifiesta para el manacorí, nada hacía presagiar lo que se avecinaba. Quedaban 3 horas y media de emociones fuertes, con un Nadal que se vio al borde del abismo y se agarró con uñas y dientes a la tierra firme. Acabó pisando fuerte y acompañando cada aliente con gritos desgarradores y gestos de la única palabra que puede definirle: Campeón.

Molestias físicas y un gran Smyczek

14 errores no forzados y 2 golpes ganadores para Rafa en 2º set

Con un set abajo y Nadal firme, el estadounidense, número 112 del mundo, pareció soltarse la melena y comenzó a jugar mucho más incisivo. Como por arte de magia, Rafa se paró de piernas. Poco a poco la intensidad mostrada por el español en el primer set se fue diluyendo cual azucarillo en café, cometiendo 14 errores no forzados y tan solo dos golpes ganadores, y cediendo en tres ocasiones el saque para poner en bandeja el set a Smyczek.

Se desata el drama en el tercer set

Nadal llegó a sacar para hacerse con el 3º set

Rafa se fue rápidamente al vestuario en el descanso entre el segundo y tercer set, y aquí comenzó una cadena de acontecimientos cercanos al drama. Cara desencajada de Nadal, naúseas, calambres y problemas en los desplazamientos. Smyczek no se lo acababa de creer del todo, sobre todo cuando Rafa sacaba coraje para situarse 5-3 arriba en el marcador. Sin embargo, el español volvió a bloquearse. Pareció pasar el efecto de la pastilla anti-mareo que le suministraron al inicio del set, y Nadal acabó claudicando en el tiebreak.

Cambio del esquema de juego al borde del abismo

Con 2 sets a 1 abajo en el marcador y claros síntomas de molestias físicas, el panorama era desolador para los intereses de Nadal. Pero este jugador es distinto. El español cambió radicalmente el esquema de juego. Percibiendo cómo Smyczek estaba crecido y repartía el juego a su antojo haciéndole correr de lado a lado, Rafa decidió morir con las botas puestas.

Smyczek en su partido contra Nadal. Gettyimages

Estrategia kamikaze de Nadal en el 4º set

Jugando a dos-tres tiros, acortando puntos todo lo posible y subiendo a la red, desconcertó sobremanera a un Smyczek que se mostró algo infantil en esta fase de partido, permitiendo entrar en el mismo a un Nadal que se veía fuera. Fue este set muy similar al tercero de la final del Open de Australia del año pasado, cuando Wawrinka cometió errores por doquier y permitió que Nadal ganara un set.

Pista abarrotada con un público que sabe de tenis, y también sabe lo que es la garra. Percibieron los aussies en Rafa un reflejo de su tan amado Hewitt; la misma grandeza ante las adversidad, el mismo coraje. Nadal parece retroalimentarse con los éxitos, y es que cuando se vio en el quinto parcial mejoró notablemente su movilidad.

Quinto set de tú a tú

Aunque lejos de estar al 100%, Rafa parecía que podía jugar de tú a tú de nuevo. El quinto set supuso la cresta de la ola en el partido. Muy meritorio el tenis desplegado por Smyczek, que no se dio por vencido hasta el final, llegando a levantar tres bolas de partido; también merece especial atención la deportividad de la que hizo gala el estadounidense durante todo el encuentro. Pero llegado este punto, Nadal no estaba dispuesto a dejar escapar la victoria. Con un break en el undécimo juego, Rafa culminó el encuentro con su saque.

Casi imbatible en maratones tenísticos Nadal

Ésta fue la 22º ocasión en la que Nadal jugó un encuentro a cinco sets, ganando en 17 de ellas. Con 43 golpes ganadores y 53 errores no forzados acabó el partido Nadal, pero éste no es un partido para mirar estadísticas, sino para hacer introspectiva y percibir cómo el español logró sacar adelante un choque que parecía perdido.

En 3ª ronda, Nadal jugará contra Dudi Sela

Rodillas a tierra, cabeza entre las manos y atisbo de lágrimas. Así celebró Nadal el acceso a una 3ª ronda. Y no es para menos. Nadal no sólo venció a un jugador situado en el otro lado de la pista, sino también a sí mismos y muchos fantasmas. A punto de naufragar, Rafa ha logrado subsanar los problemas más acuciantes de su embarcación, y ahora si se recupera bien, puede surcar los mares con decisión y sin cambios de rumbo, que le permitan arribar a la tierra de la victoria.

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Sobre el autor
Diego Jiménez Rubio
Fui Coordinador General de Más Deportes y Viajes, y miembro del Consejo de Dirección de VAVEL España. Me encanta comunicar mi pasión por el turismo y el deporte, y hacerlo con responsabilidad y profesionalidad.