Tras el agónico duelo ante Smyczec, hoy Rafael Nadal encontró en Dudi Sela el rival perfecto. Un enemigo plácido el israelí, que sin mucho poder de convicción, se mantuvo a merced del español durante todo el partido. Sin obstáculos en su servicio, la derecha del número tres del mundo marcó el guion de un partido con escasa historia. Nadal, con una contundente victoria (6-1, 6-0 y 7-5), apagó las alarmas y encendió de nuevo la esperanza. A la par, el balear recuperó sensaciones y pudo tomarse un “respiro”, antes de que arranque una segunda semana que se antoja más complicada para sus intereses.

Una hora sin obstáculos

Desde el primer juego Sela pudo divisar el complicado horizonte que se le avecinaba. Un 0-40 de salida, que neutralizó, pero sin evitar finalmente el break. De la posibilidad de arrancar el encuentro mandando, a ser sometido desde el inicio. Ahí comenzó la agonía del israelí, que no pudo lograr otra hazaña, como hiciera con Rosol un par de días atrás.

Nadal, apuntándose cómodamente cada servicio, pudo soltarse con su derecha al resto. Un golpe que uso una y otra vez, y que es sinónimo tanto de garantías, como de confianza para el de Manacor. Pese a que el partido arrancó algo falto de ritmo, poco a poco Nadal pudo ir complaciendo a la Rod Laver Arena. La diferencia de ranking se reflejaba en la pista, donde Rafa cerraba 6-1 la primera manga.

Tal y como se podía vaticinar, el guion no cambió un ápice en el segundo acto. Es más, la desventaja se acrecentó. Rafa, más asentado, le endosó un rosco (6-0) al israelí, que ya en el cuarto juego del set provocaba las risas de la grada, tras hacer gestos de impotencia al observar en el ojo de halcón como no caía de su lado un gran punto. 

El despertar de Sela

Pero el orgullo le impidió a Sela marcharse sin mostrar batalla. El israelí comenzó a prodigarse en la red, y a ejecutar a la perfección golpes tanto de derecha como de revés, ante el asombro de Nadal, que atónito miraba la resurrección de su rival. Dudi, manteniéndole el pulso al español sin problemas, gozó hasta de siete opciones al resto, pero la fortuna no estuvo de su lado.

En el momento decisivo (6-5), cuando de su servicio dependía mantenerse vivo en el partido, Nadal aceleró exhibiendo su experiencia. Sela, cargado de nervios, no pudo alargar el parcial a un desempate (7-5) que hubiera sido más que merecido para él. Al español le espera en octavos de final Kevin Anderson, que se impuso (6-4, 7-6 y 7-6) a Richard Gasquet. 

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Sobre el autor
Alberto Puente
Redactor en Tenis VAVEL. Pasé seis meses en MARCA. Colaboré en la revista mexicana TennisLife y en Industria del Tenis. Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.