No tuvo suerte Verdasco cuando se desveló el cabeza de serie que sería en el torneo ni el cuadro definitivo. Si todo salía con normalidad, como así ha ocurrido, se enfrentaría al serbio Djokovic en la tercera ronda.

Con el reto de dejar fuera del torneo a su primer favorito, y con poco que perder, Verdasco desplegó su mejor tenis en el primer set. Sin breaks, cada tenista aseguraba su saque con sus armas. El talento y la agresividad de Djokovic le permitía hacerlo sin problemas. Solo perdió 7 puntos con su saque en este set, donde sacó hasta en 6 juegos. Sin embargo Verdasco, pese a tener más dificultades para cerrar sus servicios, logró llevar el partido al tie-break.

Logró salvar 6 bolas de rotura que hubieran dejado el set en bandeja al serbio y en el propio desempate volvió a evitar que Djokovic se llevara el set hasta en tres ocasiones. Un primer parcial a la heroica de Verdasco que no tuvo premio. La enorme diferencia con el saque de ambos, decantó el primer set del lado de la primera raqueta de Melbourne.

Si no hubo roturas de saque en los primeros doce juegos, lo primero que hizo Verdasco tras estrenar el segundo set fue perderlo. Sin problemas para Djokovic a la hora de asegurar el saque, el serbio se colocaba 3-0 arriba. Pese al desliz inicial, Verdasco continuó asegurando servicios. Sin embargo, Djokovic no dio lugar a la remontada. 

Imitando al primer set, Verdasco evitó en varias ocasiones un break que sería casi definitivo. Con 5-2, el español ganó su saque tras salvar un par de bolas de set del serbio. A continuación, Djokovic cerró 6-3 el segundo set.

Djokovic siguió jugando con un marcha más que Verdasco y volvió a romperle el servicio en el quinto juego del tercer set. Dicen que un set consiste en ganar tu saque y conseguir un break. Eso hizo exactamente Djokovic. Se respetaron los servicios hasta el final, y con solo un break, Djokovic se llevaba el set, 6-4, y por ende, el partido. La aventura de Verdasco en Melbourne acabó cuando el número uno mundial quiso.