Tras conseguir superar con tranquilidad las semifinales, Sharapova ya piensa en la final del Abierto de Australia, lugar al que llegará con ganas de venganza frente a Serena Williams. Entre la tenista americana y rusa son casi once años que los triunfos caen del mismo lado, en este caso a favor de Williams.

"Al ganar a Panova sentí que tenía una segunda oportunidad en el torneo"

Sharapova asume que debe plantear una final agresiva sin achicarse en ningún momento ante las acometidas de la número uno. "Creo que su poder y agresividad me hace a mí un poco más agresiva también. Quizás queriendo hacer algo más de lo que sé. Ella te hace buscar ese golpe que realmente necesitas, te da ese plus", comentó ante los medios.

La rusa no tiene miedo al recordar el pasado, sabiendo que está para romperlo. "Es un duelo muy complicado para mí, pero soy una competidora y saldré a hacer todo lo que pueda para cambiar todo ese pasado. No sueño mucho con tenis, afortunadamente", afirmó.

El camino hasta la final de Maria ha sido duro, sobre todo en segunda ronda frente a Panova. "Creo que en cierta manera, los nervios se equiparan a la emoción, porque sabes que hay algo muy grande delante de ti. No jugué lo mejor en ese partido, pero después luché para seguir y lo he dejado atrás sabiendo que podía subir mi nivel. Tras superarlo sentí que me daban una segunda oportunidad en este torneo. No sé cómo ni por qué, pero la he aprovechado ahora", concluyó.