El tenis, un deporte donde las heroicidades están en manos de unos pocos privilegiados. Heroicidades que son capaces de contradecir todo tipo de lógica o adversidad. Heroicidades que siempre llevan consigo un héroe. Y hoy, el héroe fue Martin Klizan. Emulando al mismísimo ''Maracanazo'', se planta en segunda ronda tras sufrir lo indecible ante las idas y venidas de un Thomaz Bellucci que no supo aprovechar el fervor de sus aficionados brasileños. Salvando bolas de partido y remontando un encuentro prácticamente insalvable, así silenció un eslovaco el Ginásio do Ibirapuera.

Bellucci, aupado por los graderíos

El duelo era, sin lugar a dudas, el más atractivo de toda la primera ronda. Un partido que enfrentaba a dos de los mejores tenistas del torneo y que empezó totalmente equilibrado. Ambos tenistas mostraron desde bien pronto sus armas: seguridad al servicio y potencia desde el fondo de la pista.

Bellucci se alzó con un disputado primer set (7-5)

Ninguno de los dos conseguía imponer su tenis, nadie daba un paso adelante. Solo el público, que estaba totalmente entregado hacia su compatriota, podía dar ese plus con el que se podían empezar a abrir distancias, y así fue. Thomaz, algo más agresivo al resto, se hizo con un break que parecía totalmente definitivo con 5-5 en el marcador, pero tuvo que sudarlo. En su saque por el que cerraba el partido, ya se vieron los primeros atisbos de la cabezonería del eslovaco con la que más tarde deslumbraría. Pero aquí no tuvo tanta suerte, el brasileño salvó un 15-40 y cerró la primera manga con un justo 7-5.

El 'Maracanazo' de Martín Klizan

Todo parecía ir a gusto del tenista local. Con el marcador a favor, realizando un buen tenis, un rival que daba guerra pero que no terminaba de morder y un público a sus pies. Imposible pedir más. En cualquier otro partido, esto se habría cerrado en un par de peloteos, pero tenía enfrente algo diferente.

Para más inri, unos problemas físicos parecieron mermar -mínimamente ya que apenas se notó en su juego- a Bellucci en su juego. Quizás el supuesto dolor le sacó del 'match' por unos instantes, y lo pagó bien caro. Rotura en blanco para Klizan y set a su casillero (3-6).

Todo el mundo pensaba ya en el 'paseo militar' del eslovaco en el tercer parcial, mientras el fisio de la ATP intentaba paliar los dolores musculares del brasileño antes de comenzar el set definitivo. Sin embargo, la realidad fue bien distinta. Tras su atención médica, el brasileño salió como un rayo y se colocó con un, a priori, defnitivo 3-0 a su favor.

Sao Paulo parecía llegar a su fin para Klizan. El bueno de Martin competía, pero apenas sin merecerlo ya estaba restando con bola de partido para Bellucci (5-3 en juegos). La salvó, y posteriormente falló hasta 4 bolas de quiebre antes de volver a salvar otra de partido para Bellucci. Entonces, el eslovaco se armó de valor y silenció por completo, con un break, la pista central del Brasil Open.

Salvó dos bolas de partido y cerró el encuentro con un parcial de 0-4 en juegos

Todo tipo de abucheos e improperios le caían entre punto y punto -a pesar de la poca afluencia de público, los que había eran muy ruidosos-. Él solo buscaba el silencio, el que se creaba cada vez que acribillaba a su rival con un revés inapelable o un passing imposible. Y ya puestos a tirar de épica, completó la machada: con 5-5 en el luminoso, rompía de nuevo el saque de su oponente y sentenciaba el partido con un parcial de 4 juegos a 0 tras más de dos horas y media de partido (5-7). Antológica remontada en medio de un ''ambiente Copa Davis'' que le hace soñar con algo grande en esta modesta cita. Tras esto, sin duda que lo merece.

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