Ni la mejor versión de Roberto Bautista fue capaz de doblegar al local Gaël Monfils, quien se impuso por 6-4, 6-2 y accede a la final del ATP 250 de Marsella, donde se medirá con su compatriota Gilles Simon o a la revelación Sergiy Stakhovsky. 

La primera manga comenzó a pedir de boca para la esperanza local, Gael Monfils. El francés sacaba con solvencia y consiguió un 'break' a las primeras de cambio, en el segundo turno de saque de Roberto Bautista. 3-1 mandaba el parisino cuando apareció la mejor versión del español. El castellonense comenzó a llevar la voz cantante del juego, a desplegar un amplio arsenal de golpes que le permitían llevar la iniciativa de los puntos para matarlos con sutileza en la red. Monfils corría de lado a lado de la pista sin soluciones, esperando que apacigüase el vendaval que lo zarandeaba. Bautista dio la vuelta al marcador con un parcial de 3 juegos a 0 y la oportunidad de romper el servicio de su rival para sellar la primera manga. 4-3 arriba para Roberto.

Pero escampó. El público francés despertó a tiempo a su abanderado para revertir una situación que bien pudo ser crítica. Monfils firmó el empate a 4 y trasladaba la presión a su rival cuando llegaban los momentos decisivos del set. Bautista, que se había mostrado muy solvente durante todo el encuentro, mostró su versión más endeble y cedió su servicio, sirviendo el set en bandeja de plata. Monfils no perdonó y se adjudicó la primera manga por 6-4.

La fiera, amansada por momentos, despertó

Tras levantar de forma magistral el primer set, el local empezó la segunda manga cómo hizo con la primera: con un tempranero 'break' sobre el español que encarrilaba la eliminatoria. Bautista no se dejaba amilanar y seguía deslumbrando al público francés con un tremendo repertorio de golpes que, sin embargo, no se materializó en el marcador ante la férrea El segundo set fue un paseo militar francés en comparación con el encarnizado primer setdefensa del galo, que lo devolvió absolutamente todo. Con 1-0 favorable en el tanteo, el castellonense desperdició dos bolas de 'break' que terminaron por sepultar sus ánimos de machada. A partir de entonces, Monfils empezó a llevar el peso del partido, impulsado por el aliento local y la confianza que supuso la consecución de la primera manga. El español no se rendía, pero ya no brillaba. El segundo set fue un paseo militar francés en comparación con el encarnizado primer set. Los servicios mandaban juego tras juego y el partido se abocaba a un final con sabor francés. Bautista seguía apagándose y Monfils aprovechó su debilidad para asestar una estocada mortal en forma de segundo quiebro. 5-2 y servicio, perfectamente consolidado con dos 'aces', y adiós.

Monfils accede a 'su' final con sufrimiento y raza, despertando del sueño a Bautista que se depside de Marsella mostrando una versión superlativa. A pesar de la derrota, Roberto empieza la temporada con mejores sensaciones que resultados, cargado de confianza para afrontar futuras citas y con la convicción de que los frutos al esfuerzo llegarán. Por parte del galo, rubrica su candidatura a alzarse con el título y espera al segundo candidato que saldrá de la semifinal entre Gilles Simon y Sergiy Stakhovsky.

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Sobre el autor
Víctor Garrido Medina
Víctor Garrido Medina. 20 años. Periodismo en la Universidad de Valladolid. Enamorado del mundo del deporte en general. Jugador y entrenador infantil de baloncesto. Tenis y pádel en mis ratos libres.