El público que ha asistido hoy a Tecnópolis ha podido disfrutar del partido más largo de la historia de la Copa Davis en singles y el segundo más largo si tenemos en cuenta cualquier competición. "No me importa el récord, estoy muerto. No sé qué pasó, no lo puedo explicar... Jugué como cuatro horas acalambrado", fue todo lo que Leo Mayer alcanzó a decir antes de romper a llorar en la pista para liberar la tensión contenida durante todo el partido.

El argentino saltó a la pista con la presión de que tenía que ganar si quería evitar que Argentina tuviese que jugar por los play-offs del Grupo Mundial en septiembre. El primer set estuvo de lo más igualado, ninguno de los dos jugadores encontró demasiados problemas para mantener su servicio a pesar de los nervios palpables en el ambiente. Se definió en el tiebreak que se anotó Mayer por 7-4.

Al comienzo del segundo set el argentino consiguió un break y se adelantó rápidamente por 3-1, pero Souza se recuperó y la paridad se mantuvo de nuevo hasta el desempate, que nuevamente cayó del lado argentino por 7-5.

La tercera manga empezó parecida a la segunda, un break de Mayer y se adelantaba por 4-1, el argentino salió a jugar con la confianza que te genera ir 2 sets a 0 en el marcador. Con  esa ventaja parecía que el partido estaba ya más que encaminado para el Yacaré y, sin embargo, ese fue el momento en que el que la dinámica del partido dio un giro de 360º. Souza empezó a soltar más sus golpes y a desplegar su mejor tenis, también aprovechó que Mayer empezó a acusar molestias físicas en su tobillo derecho y se quedó con el set por 7-5.

En el cuarto set pudimos ver a un Leo Mayer totalmente estático y con muchos errores con el servicio. Tras dos dobles faltas seguidas, entregó su servicio en el 6-5 y Souza lo aprovechó para igualar el partido a dos sets nuevamente por 7-5. Tras 4 horas y 12 minutos de juego y los 29ºC que había en Tecnópolis, el brasileño forzó un quinto set.

Físicamente Souza parecía más entero que Mayer, pero éste a base de garra y corazón sacó fuerzas de donde no le quedaban y consiguió seguir peleando. Al comienzo del último parcial Leo salvó un break point en contra por primera vez en el partido. Cuando el marcador iba 5-4 para el argentino con saque de Souza, Mayer tuvo sus primeras 3 pelotas de partido (0-40) que no pudo aprovechar. Estas serían los tres primeros de un total de 10 match points (¡10!) que el argentino dejó escapar.

Se cumplieron las 6 horas de juego cuando el correntino sacaba 10 iguales y 40-30 en el quinto. Sobre el servicio de Souza y con ventaja de 12-11, Mayer volvió a disponer de otro triple match point en 0-40 que tampoco pudo convertir. Cuando se cumplieron las 6 horas y 23 minutos, ya estaban disputando oficialmente el partido más largo en singles de la historia de la Copa Davis, superando las 6 horas y 22 minutos de los cuartos de final de 1982 entre Wilander y McEnroe.

Leo volvió a adelantarse 14-13 y nuevamente sobre el saque de Souza dispuso otras dos pelotas de partido que se le escaparon. Pero siguió insistiendo y finalmente cerró el partido con una increíble derecha paralela por 15-13.

Al igual que en la última serie que había jugado Argentina, los play-offs en Sunrise ante Israel, Leo Mayer se puso el traje de héroe de la serie y consiguió ganar sus dos partidos de singles. Ahora la eliminatoria queda en manos de Federico Delbonis que deberá terminar mañana su partido ante Thomaz Bellucci ya que hoy se suspendió por falta de luz cuando el argentino había ganado el primer set por 6-3.

Tras el partido Leo no pudo asistir a la rueda de prensa porque terminó en la enfermería con un cuadro de deshidratación y calambres. En su lugar acudió el capitán que solo encontró palabras del elogio para lo que había hecho el Yacaré. "Estoy inmensamente orgulloso de Leo, es un genio, quiero felicitarlo a él, a su cuerpo técnico y a su familia. Dejó lo que no tenía en la cancha. Estaría igualmente orgulloso de él si hubiera perdido. A pesar de los calambres y el cansancio, Leo siempre tuvo claro lo que tenía que hacer en la cancha. Quizás fue porque estaba en casa y lo alentaba su gente. Desde afuera es preocupante cuando un jugador te dice que no puede más. Pero Leo decía eso y después salía a la cancha y jugaba. Hoy hizo cosas que no tienen explicación, cosas que sólo alguien con su orgullo puede hacer"

VAVEL Logo
Sobre el autor
Ana Alonso Blanco
Economista, periodista deportiva, viajera empedernida y amante de la música