Hay jugadores cuyo ránking no parece reflejar su nivel de juego en las grandes citas. Jugadores que se crecen, y que elevan exponencialmente el concepto de "efecto espejo"; cuanto mejor juegue el rival, mejor juegan ellos. Uno de estos tenistas es Ivan Dodig, que a pesar de situarse como el 96 del mundo actualmente, ostenta un potencial muy elevado. Ya le puso las cosas complicadas a Ferrer en Wimbledon 2013, así como el año pasado en Montreal, aunque el rocoso jugador alicantino siempre logra hacer equilibrismo al borde del precipicio, y salir reforzado tras victorias tan trabajadas.

Ferrer puso todos sus argumentos sobre la mesa

La oleada de juego incisivo de Dodig obligó a Ferrer a dar lo mejor de sí mismo. Sin embargo, el español estuvo demasiado errático en un primer parcial en el que cometió hasta cuatro dobles faltas. Dodig estaba crecido y golpeaba a la pelota con gran limpieza, subiendo a la red para definir muchos puntos. 6-4 para el balcánico, y preocupación en el equipo de Ferrer, que veía cómo su jugador no parecía capaz de capear el temporal

Reacción de campeón por parte de Ferrer en el segundo set

Sin embargo, cuando las cosas parecían estar más difíciles surgió la figura del alicantino. Comenzó el  segundo set con una marcha más, y logró desarbolar por completo a un Dodig que salió mínimamente relajado y lo pagó caro. En apenas 35 minutos, Ferrer igualaba el encuentro con un 6-1 que parecía podía hundir a Dodig. Pero el croata tiró de veteranía, y se mostró como un jugador fuerte de mentalidad, que supo aguantar estoicamente el gran nivel de Ferrer, y que volvió a practicar su juego en el tercer set.

Ferrer venció a la cuarta bola de partido de la que dispuso

Es llegado este punto donde se vería la batalla más bonita del encuentro. Tanto el croata como el español practicaron un gran juego durante todo el tercer set, cada cual con sus argumentos, lo que endureció mucho el encuentro y favoreció intensos peloteos de fondo de pista. Lograron hacerse break en una ocasión cada uno, y el parcial se encaminó a un tiebreak no apto para cardíacos, en el que a la cuarta pelota de partido lograda tras una derecha que se le escapó a Dodig unos pocos centímetros, Ferrer lograba la victoria. Lo que en otras ocasiones el ojo de halcón le ha quitado a Ferrer, como en aquellas final en Miami contra Murray, en esta ocasión ante Dodig, le sirvió para confirmar que la bola del croata se había ido por un suspiro.

Brazos al cielo y celebración por todo lo alto, tras salir victorioso de un encuentro que puede reforzar la confianza del español. No será fácil el encuentro de tercera ronda para Ferrer, que tendrá que verse las caras con Bernard Tomic, después de que éste derrotara al jugador de modo: Borna Coric. El aussie venció 6-3 6-4 a un Coric muy desgastado por los partidos acumulados durante la fase previa, y que tendrá que comenzar a racionalizar esfuerzos si pretende competir al máximo todo el año.

El australiano será un duro hueso de roer, aunque las noticias surgidas en las últimas horas que le vinculan con una posible compra-venta de cocaína quizá puedan desestabilizar al joven Tomic. Se han enfrentado en cuatro ocasiones, con victorias en todas ellas para Ferrer. El alicantino se encuentra en el camino idóneo para recuperar el tenis con el que asombrara en 2013, y que le permitió alcanzar sus mayores cotas como jugador. La siguiente piedra en el camino será el australiano, y si Ferrer continúa jugando al nivel mostrado, no habría de ser óbice para su avance.