La venganza es un plato que se srive frío, pero para el canadiense Milos Raonic, la pista central del Masters 1000 de Indian Wells era el escenario idóneo. En esa misma cancha, un año atrás y frente al mismo rival, Alexandr Dolgopolov, el natural de Podgorica cayó con estrépito en cuartos de final. Esta madrugada cambiaron los papeles: el verdugo fue decapitado. Raonic se cobró su particular venganza, se impuso por 7-6 (2) y 6-4 y consiguió así su billete para octavos de final, donde espera Tomy Robredo.

Duelo de cañoneros por todo lo alto

Raonic llegaba al encuentro con unos números tremendos con su servicio: había ganado el 94% de sus juegos con el servicio en sus primeros 14 partidos de la ATP esta temporada. Solamente Ivo Karlovic, - 97% - tiene una mayor tasa de eficacia en 14 partidos jugados. Ayer no fue el día en el que Milos bajaría estas cifras. Firmando un total de 12 'aces' y cediendo solo dos 'breaks' al rival, la solidez del cañonero de origen montenegrino fue suficiente para sacar el partido adelante.


Igualado el set, pero sin historia en el tie-break: Raonic lo ganó 7-2En el primer set, ambos tenistas se rompieron el servicio una vez cada uno. Tanto el canadiense como el ucraniano se mostraban muy solventes apoyándose en ellos, dejando claro que son sus mejores bazas. Los juegos se anotaban uno a uno por cada turno de saque, hasta que llegó el Raonic registraba un 94% de juegos ganados hasta ahorainevitable juego de desempate. La primera manga se decidiría en el tie-break. Y ahí es donde explotó Milos. El canadiense se apuntó el set tras dominar a Dolgopolov con un severo 7-2. Raonic, quien atesora un tremendo repertorio de tenis, pero - como tantos - lastrado por su falta de confianza e irregularidad, solo necesitó unas pequeñas trazas de brillantez para alejar los fantasmas que le recordaban la pasada edición.

Paseo militar para sellar el pase a octavos

Un tempranero 'break' para Raonic, selló plácidamente el set Con ánimos y confianza renovadas, Raonic afrontaba el segundo set pletórico y dispuesto a dilapidar el encuentro. Un tempranero 'break', fue, a la postre, la losa que sepultó al ucraniano Dolgopolov. Como oro en paño, el canadiense solo tenía que mantener su servicio para conseguir el pase a cuartos. Y así fue. 'Ace' tras 'ace', punto de saque tras punto de saque, cañonazo tras cañonazo, el sexto cabeza de serie barrió de la pista a su rival. No saltó la sorpresa esta vez, no volvieron a aparecer fantasmas en la cabeza del joven tenista de Podgorica. 6-4, juego, set y partido para Milos Raonic.

Otro hueso en cuartos: Tomy Robredo

Paso al frente de Milos Raonic, demostrando un año después que no solo es un sacador, que su arsenal cuenta con más golpes y que empieza a mostrar una solidez mental a la altura de los campeones. En octavos, tendrá en frente otro hueso duro de roer que pondrá a prueba la paciencia y consistencia del canadiense: Tomy Robredo, quien se impuso por 6-4, 1-6 y 7-5 al búlgaro Grigor Dimitrov, otra promesa que busca consolidarse entre los grandes.