Muchos son los estudios científicos que se realizan sobre el cerebro humano, y el tenis parece erigirse en muchos casos, en una prueba ideal para que los expertos puedan analizarlo en base al comportamiento humano. El tenis no son solo golpes, ni mucho menos, sino que constituye el deporte en el que la mentalidad juega un papel más relevante. Klizan mostró tres versiones radicalmente opuestas en apenas 2 horas de partido, condicionado sobremanera por su estado de ánimo, mientras Djokovic supo aceptar los malos momentos y salir a flote con fuerza. He ahí la diferencia entre el número 45 del mundo y el que lidera la clasificación ATP. Más en la mente que en los golpes.

Sube y bajas constantes en el encuentro

Jugador zurdo con capacidad para variar efectos, alturas y que acelera muy mucho tanto con el drive como con el revés. Son los ingredientes que hacen de Klizan un jugador temible. Sin embargo, en el primer parcial se vio un Klizan acomplejado, tímido y carente de chispa. Parecía el eslovaco intimidado por el escenario y el rival, lo cual aprovechó Djokovic para, sin hacer grandes méritos, endosar un contundente 6-0 a su rival.

Klizan reaccionó cuando se vio con todo perdido

A partir de aquí el partido cambió. Djokovic experimentó cierta relajación al ver a su rival muy desordenado, pero Klizan se vio reforzado en medio del caos, y tras conectar unos cuantos golpes acertados, comenzó a creer en sí mismo y jugar con soltura. Sin embargo, Djokovic reaccionó y parecía que dejaría en agua de borrajas la reacción del eslovaco. 

Con 5-3 y saque para él, Djokovic se vio atrapado en una maraña de incomprensibles errores, y dio aliento a un Klizan que parecía ya moribundo. El eslovaco no dejó escapar la oportunidad, y encadenó cuatro juegos consecutivos que le permitieron hacerse con el segundo set.

Reacción de campeón de un Djokovic que arrasó en el tercer set

Klizan llegó vacío al inicio del parcial definitivo. Tras el esfuerzo físico y psicológico titánico que había tenido que hacer, apenas 10 minutos después se vio con 3-0 abajo en el marcador, lo cual demuestra la grandeza de Djokovic, que lejos de ponerse negativo y lamentar la oportunidad perdida, se activó de piernas y puso tierra de por medio. Fue una montaña demasiado alta para Klizan, que se negó tan siquiera a intentar poner un pie en sus faldas.

6-1 final para el balcánico, que avanza ronda tras un partido en que se le vieron ciertas costuras, y del que a buen seguro tomará nota para mejorar su nivel. Será Steve Darcis su rival en octavos de final, tras deshacerse del a priori favorito, Gilles Muller.