La sonrisa que poblaba el rostro de Jack Sock en cada punto es el fiel reflejo de su personalidad, un chico joven y alegre, que disfruta del tenis y al que nada puede hundirle, ni las lesiones ni la grave enfermedad que sufrió su hermano Eric (presente en la grada de Houston). Por eso la vuelta de Jack a las pistas tras su retiro de más de dos meses no iba a dejar indiferente a nadie. El estadounidense ha vuelto con ganas de comerse el mundo, en tan solo un mes ya ha ganado un Masters 1000 como el de Indian Wells en dobles y ha conseguido su primer torneo ATP.

Rey en Houston

Pese a no ser su superficie favorita por su estilo de juego Jack ha sacado el máximo partido a la arcilla de Houston. Si bien no ha exhibido su mejor servicio en la final (11 dobles faltas por tan solo 5 aces) el jugador de Nebraska doblegó a sus rivales en el camino hacia el título con su gran derecha, una derecha muy pegadora, dura y con confianza, algo de lo que va sobrado Sock en este 2015

El primer set era de Querrey, o al menos así lo indicaba el marcador cuando Sam disponía de dos saques para cerrar el tie break. Sin embargo Sock nunca dejó de creer, y gracias a puntos espectaculares, a passings y winners y a no borrar nunca la sonrisa de su rostro Jack se llevó el primer set, salvando tres bolas de set en contra. 

El segundo set fue un calco del primero, los servicios eran débiles y las oportunidades al resto eran ingentes, pese a ello la muerte súbita volvería a ser el juez que definiría la final de Houston. 

Pero esta vez Sock no cometería los mismo errores que en la primera manga, siempre por delante el de Nebraska no regaló ni un ápice hasta que cerró el partido, lanzó la raqueta al suelo y miró hacia arriba mientras parecía pensar "he vuelto y no pienso volver a irme". 

Sock se deshacía de esta manera de su compatriota Sam Querrey por un marcador de 7-6 (9) y 7-6 (2) en una hora y cincuenta minutos de encuentro. 

Con 22 años Jack Sock ha ganado su primer título, pero sobre todo ha ganado confianza, ha convertido lo que hace un mes era fe en la realidad. Con un título de dobles y otro de individuales bajo el brazo Sock debe disfrutar y seguir entrenando para poder aspirar a cotas mayores, quizá su único punto negro sea un revés demasiado débil y una tendencia a cubrírselo demasiado pero tan solo tiene 22 años, mucho tiempo para mejorar y un brillante futuro en sus manos.