Tras un final de temporada marcado por las lesiones y un inicio de 2015 con muchas dudas, Cilic ha levantado gran revuelo en su segundo torneo de la temporada tras su derrota a las primeras de cambio en Indian Wells ante Juan Mónaco. Tras ganar el Abierto de los Estados Unidos, Cilic desapareció y entre la lesión sufrida en el hombro y diferentes molestias todo el mundo se preguntaba cuándo volverían a ver el tenista croata y si volvería ese nível que le permitió ser protagonista de una de las mayores sorpresas de los últimos años en el mundo del tenis. A pesar de la falta de ritmo y continuidad Cilic ha vuelto a dar muestras de ese tenis de gran calidad que atesora y volvió a sellar con victoria una dura prueba aquí en Montecarlo sobre tierra batida, superficie que no es su preferida.

Ideas parecidas en ambos tenistas

Tanto Tsonga como Cilic se veían las caras con unos antecedentes parecidos por las lesiones arrastradas a principios de temporada y están viviendo una segunda pretemporada aquí en Montecarlo, ambos han demostrado estar mejor de lo que se esperaba de ellos y han brindado al público un tenis de gran calidad. Con Rotterdam 2014 como último precedente de este partido se citaban sobre Montecarlo con un billete en juego hacía los cuartos de final y con un número 10 del ranking como objetivo mutuo. Cilic arrancó mejor el partido, más rápido de piernas y más seguro con el servicio. Su nível pronto fue recompensado con un break que resultaría suficiente para adjudicarse el primer set por 6-3. Tsonga no encontraba la manera de hincar el diente al servicio del tenista croata que se encontraba muy seguro sobre la pista, ni rastro de duda en el púpilo de Ivanisevic.

Cilic se adueñó de los puntos claves

El segundo set fue otra muestra de la igualdad entre ambos tenistas. Tanto Cilic como Tsonga gozaron de oportunidades para haber logrado un break pero todo se decidió en el tie break, dónde Cilic volvió a conseguir sacar partido de una ventaja mínima para adjudicarse el set y el partido. En cuartos ya espera ríval, que presumiblemente será el número uno del mundo Novak Djokovic. Buena oportunidad para calibrar el estado real de Cilic.

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