El partido correspondía a los cuartos de final del torneo de Bucarest y enfrentaba al tercer cabeza de serie, Karlovic, contra el séptimo, Vesely. El partido prometía una igualdad que solo podía decidirse por los pequeños detalles, y ese pequeño detalle prometía ser los errores no forzados. Ambos tenistas debían asegurar sus bolas sin arriesgar demasiado en los puntos.

El partido comenzaba con el poderoso servicio del croata en el que dejaba claro que iba a jugarse el partido con sus saques. Por su parte Vesely no podía responder con la contundencia que le gustaría al saque de su contrario, pero con el servicio propio conseguía hacer los juegos a Karlovic. En esta línea, como dos boxeadores que se dejan pegar una vez cada hasta ver un hueco el la defensa rival para llevar a cabo el ataque, se mantuvo el partido muy igualado. Con más y menos contundencia fueron asestando golpes al rival hasta que llegó el noveno juego; en él, para desgracia de Karlovic, Vesely consiguió hacer efectiva la bola de break que no supo aprovechar su rival en el juego anterior y poner 4-5 por delante con su servicio para hacerse con el set. No desaprovechó la oportunidad y ganó el juego definitivo del primer set con solvencia.

El partido se presentaba con la igualdad esperada y ambos tenistas estaban desplegando su mejor tenis deseosos de pasar a las semifinales del torneo. Tanto Karlovic como Vesely podían hacerse con el segundo set, las apuestas estaban al cincuenta por ciento y no se atrevía nadie a vaticinar el resultado del segundo set.

Poco tardó Vesely en perfilar el segundo set a su favor ya que en el primer juego consiguió hacer break a Karlovic. El croata era consciente que un break en un partido tan igualado con dos buenos sacadores podía ser vital para el desenlace del set y, muy disgustado consigo mismo, intentó romper el servicio a su rival. Cuanto más avanzaba el set, menos posibilidades tenía el tenista croata de hacer break a Vesely e igualar el marcador. Pasaban los juegos y el checo imponía su saque con contundencia sin dar ninguna posibilidad de meterse en el partido a Karlovic que vio como el segundo set se le escapó de la misma forma que el primero, con un solo error.

La victoria permite a Vesely plantarse en semifinales donde se enfrentará al vencedor del duelo entre Gilles Simon y Daniel Gimeno-Traver. El tenista checo llega muy reforzado a disputar el billete a la final después de jugar muy buenos partidos sobre la arcilla rumana y tiene la vista fijada en el trofeo al que opta por méritos propios desplegando un gran tenis durante todos los partidos.