Teniendo que levantar el duelo frente a Elias Ymer en aquel segundo set. Se citaba con un hombre muy conocido para él. Un tenista como Philipp Kohlscreiber que llegaba tras derrotar a Benoit Paire y iba ser la primera vez que el alemán iba jugar en la pista central.

Con un Ferrer sólido desde el fondo de la pista se enfrentaba ante un Kohlscreiber que es especialista en cambiar el ritmo de juego. En todos los games había muchos rallys y ninguno de los dos protagonistas era capaz de mantener solidamente sus respectivos servicios. El español fue el primero en abrir la lata de las roturas.

No obstante, Philipp empató aquella lata ya que el número ocho mundial no estaba solido con su servicio y lo aprovechó, pero lo que se avecinaba en el segundo set comenzó en el final del primero. Rompió de nuevo Ferrer y se llevó el parcial por 6-4.

La locura empezó después de que Kohlscreiber mantuviera su servicio. Seis juegos seguidos fueron para el restador con contrabreaks. El ambiente era apasionante y los dos tenistas estaban sintiendo lo que el público transmitía. Ninguno estaba seguro con el arma principal hasta que David Ferrer aguantó un duro juego al saque y empató a cuatro.

A partir de ese momento, los puntos iban largos y tenían mucha tensión a la hora de impactar la bola. Llegaron hasta la muerte subita dándose calma con el resto, pero el tie-break fue muy luchado. El partido estaba muy igualado y pocos aspectos podían describirlo. Ferru tuvo dos bolas de partido y el público aplaudía ansiadamente para que el español se llevara el duelo. No obstante, Kohlscreiber con el público en contra las salvó. Finalmente, el cabeza de serie número tres se valió de su saque para terminar el enfrentamiento por 6-4 7-6 y derrotar al alemán por decima vez.

Tras dos años sin pasar de la segunda ronda, David Ferrer alcanza el fin de semana por séptima vez en el torneo para querer afianzarse con su primer título en el Conde de Godo. Su rival saldrá del duelo entre Fabio Fognini y Pablo Andújar.