​Ni Rafael Nadal ni David Ferrer, sino Pablo Andújar será el representante español en la final del Conde de Godó 2015. Un logro impresionante cimentado en un tenis espléndido por parte del tenista conquense, que ha realizado un torneo impecable durante el cual sólo ha cedido un set. Un tenista poco habituado a encontrarse en este tipo de situaciones y que, sin embargo, se ha mostrado excelentemente preparado para afrontarlas con garantías. Y es que, en su último peldaño hacia la gran final, Andújar ha tenido que imponerse a todo un David Ferrer, imponiéndose a las circunstancias y al favoritismo de su adversario y exhibiendo una capacidad de dominio absolutamente espectacular.

El partido se presentaba como una acumulación de alicientes contra Pablo Andújar. En los tres enfrentamientos previos con Ferrer, el tenista manchego nunca había logrado superar la barrera de los cuatro juegos en un set, cayendo siempre de forma clara y contundente. Además, Ferrer alcanzaba las semifinales con un extra de motivación, alentado por la pronta eliminación de Nadal y por su voluntad de imponerse en un torneo que, de momento, sigue resistiéndose a entrar a formar parte de su ya extenso palmarés. Por si fuera poco, ante la ya mencionada salida de Rafael Nadal del cuadro, Ferrer se convertía en el claro símbolo de identidad en el que la afición buscaría apoyarse con el objetivo de que el trofeo del Conde de Godó se quedase en casa, y evitar así que Kei Nishikori, quien ya esperaba en la final, se proclamase campeón por segundo año consecutivo.

Teniendo en cuenta que ambos tenistas destacan por su solidez desde el fondo de pista y su variedad en el golpeo tanto de derecha como de revés, el partido se presentaba como un bonito espectáculo de intercambios largos, puntos vibrantes y emoción sobre la arcilla. Lo que nadie esperaba, sin embargo, era que Pablo Andújar percutiese sobre la mesa de tal forma, como si de un alarido triunfal se tratase, reivindicando su presencia y acallando a todos aquellos que ya predecían una final en la que él no tenía lugar.

¡Qué somos!

El encuentro comenzaba como era de esperar, con un David Ferrer extraordinariamente enchufado y un Pablo Andújar algo tímido y errático. Esta circunstancia permitía al alicantino colocarse con un 3-0 inicial, asestando un doloroso break inicial a su adversario y tomando la iniciativa en el marcador, proporcionando a los espectadores la impresión de que, tal vez, el encuentro se resolvería con la rapidez y contundencia habitual de un partido entre el número 8 del mundo y el número 66. Nada más lejos de la realidad.

Con una rotura en contra, Andújar no tardó en sacudirse el nerviosismo del cuerpo. Empezó a avanzar sobre la pista, a pegarle más profundo con la derecha y a asestar hachazos con el revés paralelo de forma casi indiferente. Mientras, al otro lado de la pista, Ferrer se desgañitaba por contrarrestar el momento de gracia de su rival, devolviéndolo casi todo y ejecutando golpes de máxima dificultad. El partido comenzaba a cobrar el ritmo que ya no perdería hasta el final. Pese a los esfuerzos de Ferrer, el tenis de Pablo Andújar estaba completamente desatado, lo que desembocaría inevitablemente en un break por parte del manchego que igualaba el marcador a cuatro juegos. Y el espectáculo continuaba.

Después de que ambos mantuviesen sus saques para el 5-5, Andújar volvía a la carga. Atacando con fiereza el flojo servicio de Ferrer, lograba otra rotura que lo colocaba con saque para llevarse el parcial. Sin embargo, el guerrero de Jávea estaba lejos de haber dicho su última palabra. Salvando tres pelotas de set favorables a su rival, Ferrer hizo gala de su sobrehumana fortaleza mental para ejecutar el contrabreak y enviar la manga al desempate. Un tie-break que, a la postre, explicaría el devenir del encuentro.

En la muerte súbita, David Ferrer empezó intratable, continuando con la línea ascendente que lo había llevado a romper el saque de Andújar en el último juego del set. De esta forma, el alicantino se colocó con un 6-2 a favor que le entregaba nada menos que cuatro oportunidades de agenciarse el set y partir con ventaja en el segundo parcial. Sin embargo, lo que ni Ferrer ni ningún asistente a la pista central del Real Club de Tenis de Barcelona se esperaba sería la reacción de Pablo Andújar. Manteniendo la calma de forma estoica, el conquense fue rehaciéndose en el marcador, hasta colocarse por delante y llevarse el tie-break por 8-6 tras ganar los últimos seis intercambios del mismo. Andújar lo celebraba con furor, mientras David Ferrer se iba al banquillo descentrado y confuso ante lo que acababa de ocurrir.

El arranque del segundo parcial fue una consecuencia directa del final del primero. Andújar supo gestionar a la perfección el desconcierto de Ferrer y tardó apenas 15 minutos en poner el 3-0 en el marcador. David Ferrer mejoró de ahí en adelante, pero su rival no estaba dispuesto a entregar su saque. Con un tenis casi celestial, Pablo Andújar mantendría todos sus servicios hasta cerrar el set con un 6-3 que reflejaba a la perfección lo visto sobre la arcilla barcelonesa: un Andújar por sus fueros y un David Ferrer batallador aunque impotente, consciente de su inferioridad en el partido y resignado ante la perfección tenística de su compatriota y adversario.

Así, Pablo Andújar será el candidato local para derrotar a Kei Nishikori en la final del Conde de Godó, que se disputará mañana a las 17:30 en la misma pista central. Un encuentro que, a priori, da como favorito al japonés, pero en el que, a buen seguro, el tenista natural de Cuenca saldrá a la pista con ganas de devorar a su adversario. Es la primera final de ATP 500 a la que Andújar accede, y lo hace a la edad de 29 años. Completando la que, probablemente, haya sido la mejor semana de toda su carrera deportiva, y sólo a falta de ponerle el broche dorado que sería ganar el título en Barcelona.

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Sobre el autor
Adrián Viéitez
Periodista vigués. Colaboré con la edición española de VAVEL.com entre abril de 2013 y enero de 2016, cubriendo la información del Celta de Vigo. Además, colaboré asiduamente con as secciones de Tenis, Premier League y Cine.