Suspiraba, el susto aún le recorría el cuerpo. No era para menos, estuvo muy cerca de darse uno de los batacazos del año en su torneo favorito. Un Feliciano que fue una sombra de sí mismo, quizás sorprendido ante la inusitada rensistencia de Benjamin Becker, un absoluto alérgico a la arcilla.
El primer set empezó mucho más parejo de lo que se esperaba. Un Becker diferente al de sus últimas apariciones sobre arcilla -apalizado por Bautista y remontado por Alexander Zverev- se presentaba en la pista central. Seguro en los peloteos, fuerte con su derecha y sólido al servicio. Enfrente, un Feliciano al que le costó carburar y sacar lo mejor de su raqueta.
Y así continuó el partido, sin apuros para Feli al saque, pero sufriendo una barbaridad para dañar al resto. Hasta el tercer servicio del alemán no se le vio con verdadero peligro para quebrar, pero no fue hasta el 5-5 cuando el español asestaría un golpe definitivo para adjudicarse la primera manga. Tras cinco oportunidades de rotura perdidas, el toledano consiguió al fin puntuar al resto ante el germano y, acto seguido, cerró el primer set (7-5).
Feliciano se colapsa y Becker se crece
Todo lo malo parecía haber pasado, con el partido ya de cara, solo podía ir a mejor, pero sucedió todo lo contrario: Becker se envalentonó ante el compendio de errores de Feli y se hizo con suma facilidad con el segundo set (3-6).
La remontada de Feli se gestó a raíz de una acalorada discusión con Bernardes
Ya en el set definitivo, el partido continuó por los mismos derroteros. Un sorprendente Benjamin Becker que, por momentos, incluso parecía ser afín a este tipo de superficies estaba maniatando a Feliciano.
Entonces, con otro break en contra que podía ser definitivo, todo cambió ''gracias a una discusión'' con el juez Bernardes que, lejos de sacarle del partido, le metió de lleno.
Feliciano despierta a tiempo
Su ira fue a parar por completo al otro lado de la red. Becker ya no jugaba tan cómodo, ya no respiraba con los continuos errores no forzados del toledano y su nivel se hundió. Y ahí estuvo Feliciano, imponente como, a priori, se le esperaba y tirando de esa épica tan suya para remontar el partido llevándose los últimos cuatro juegos de manera consecutiva.
Con más corazón e ilusión que juego, Feliciano López pudo superar los múltiples obstáculos que se fue creando con sus errores a lo largo del partido y ya espera al vencedor del Leonardo Mayer - Gilles Muller. Mucho debe cambiar su versión de esta primera jornada si quiere hacer algo importante en su décimocuarta aparición por el Mutua Madrid Open.