En la segunda jornada del Mutua Madrid Open debutaban los principales cabezas de serie del torneo. Al frente de todos los tenistas del cuadro final estaba el segundo en el ranking mundial, el suizo Roger Federer. El que fuese rey del tenis años atrás debutaba contra una joven promesa de veinte años que llega pisando fuerte este año, Nick Kyrgios. Al australiano le tocaba bailar con la más fea, pero no por eso se iba a amilanar y, sin nada que perder, tenía una buena oportunidad para darse a conocer como una de las alternativas en el circuito. Enfrentándose la segunda mejor raqueta del mundo contra la trigésimo quinta, había un claro favorito.

El partido comenzaba y con ello la andadura de Federer por las pistas madrileñas. Mal empezó el debut del suizo ya que, en el primer juego del partido, Kyrgios consiguió hacerle break al suizo. El partido se puso trepidante en la pista central del torneo y ambos tenistas mantenían un pulso con el constante intercambio de golpes. A la elegancia del suizo golpeando la bola, le respondía el estilo duro con golpes secos del tenista australiano. El suizo intentaba coger el toro por los cuernos, pero el guión que se imaginó Federer para el partido difería mucho de lo que se veía en la pista. Kyrgios sacaba muy duro y, con numerosos aces y winners, no daba oportunidad al suizo para hacer break e igualar el marcador. Los juegos pasaban y, no fue hasta el final del set, cuando Roger Federer obtuvo su break. El tenista australiano servía para hacerse con el primer set. El suizo se jugó el todo por el todo y aprovechó los nervios y la inexperiencia de su rival para igualar a cinco el marcador. Con esta igualada ambos tenistas consiguieron ganar sus servicios y forzar un tie break en el que el suizo se impuso con notable solvencia por 7-1.

Fedrer durante el partido. (Foto: Dani Mullor / VAVEL)

El partido estaba siendo uno de los mejores de la jornada en las pistas de la capital española. Estaban midiendo fuerzas uno de los favoritos para ganar el torneo y vigente campeón de Estambul, Roger Federer; contra un tenista que estaba comenzando su andadura por el circuito mundial. Con esta presentación se podía suponer un plácido encuentro para el suizo, pero la promesa australiana estaba poniendo contra las cuerdas al primer cabeza de serie del torneo. A Federer le interesaba el peloteo para, con paciencia, buscar hacer un winner a su rival sacándole de la pista. Kyrgios era consciente de que pasar bolas no le interesaba por la experiencia de su rival y buscaba terminar rápido sus puntos con duros golpes a la bola. El partido estaba muy igualado en fuerzas y era de prever que esta línea se iba a mantener en el segundo set.

Al comienzo del segundo set el suizo le asestó un duro golpe a su rival haciéndole break en el primer juego. Lejos de desanimar al australiano, este break le hizo perder el miedo a fallar bolas y le hizo arriesgar más en sus golpes y golpear más plano. El juego agresivo del australiano dio sus frutos y, en el cuarto juego, igualó el marcador haciendo break a Federer. Ambos tenistas mantenían un bonito duelo y ninguno de los conseguía volver a abrir brecha en el marcador. El suizo no perdía la paciencia con su juego y el australiano seguía rozando la perfección con su juego agresivo un tanto kamikaze. El pulso que mantenían los dos tenistas siguió igualado y el segundo set desembocó en un nuevo tie break. El suizo tuvo varios errores de concentración durante el tie break y Kyrgios metió una marcha más que le permitió hacerse con el segundo set e igualar el partido.

Kyrgios durante el duelo. (Foto: Dani Mullor / VAVEL)

El partido se iba a decidir en el tercer y definitivo set. El público presente en la pista central de Madrid jaleaba, en su mayoría, al tenista más popular: Roger Federer. Pero no podían más que sorprenderse al ver el juego del tenista que tenía enfrente con nombre desconocido para gran parte de la afición. El australiano estaba pletórico y en el segundo set supo responder en los momentos decisivos sin mostrar demasiados nervios a pesar de tener enfrente a una de las mejores raquetas del circuito. Por su parte Federer debía de estar sorprendido por la garra que ponía su rival en su juego agresivo. El tercer set iba a decidir un partido en el que no estaba claro el vislumbrar un ganador. Es cierto que por experiencia, y no por el juego desplegado, todos los dedos apuntaban a Federer como vencedor del duelo.

Después de una hora y cuarenta y cinco minutos de partido, comenzaba el tercer set bajo los focos del techo retráctil abierto al cielo de Madrid. Bajo este cielo despejado medían sus fuerzas, a ver quien podía más, dos grandes raquetas del tenis: una descubierta con muchas horas de juego y otra aun por descubrir. En el tercer set ambos tenistas pusieron todo su empeño en el saque y, con numerosos aces iban pasando los juegos sin que ninguno de los pudiese romper el servicio del rival. Golpe a golpe, punto a punto, servicio a servicio, iba pasando el partido sin que ninguno de los dos asestase un golpe mortal a su adversario. El intercambio de golpes se prolongó durante doce juegos que se repartieron salomónicamente y provocó un nuevo tie break. Federer y Kyrgios se lo jugaban todo en la muerte súbita. Parecía que la experiencia de tantos años sobre las pistas daba ventaja en esta fase final del partido al suizo. El tie break no comenzó bien para Federer que perdió su primer saque. Iba a ser muy difícil romper el saque del tenista australiano pero Federer lo consiguió y el tie break se iba igualando. Cuando uno de los dos cogía ventaja respecto a su rival, el contrario volvía a igualar el partido. Punto a punto el tie break iba avanzando y, al sexto punto de partido, Kyrgios inclinó la balanza hacia su lado y dio el campanazo de la jornada eliminando al cabeza de serie del torneo.

Kyrgios sonriendo. (Foto: Dani Mullor / VAVEL)

El suizo se vio superado en la fase final del partido por el joven australiano que, a pesar de no aprovechar todos los momentos claves, se acabó llevando el partido y avanza a los octavos de final del torneo con gran confianza en su juego. El partido sirve de escaparate para Kyrgios que se ha presentado al tenis mundial por la puerta grande eliminando en un Master 1000 al maestro suizo de la raqueta. El australiano quiere seguir avanzando rondas en Madrid y el siguiente escoyo a superar es el gigante americano: Isner.