Hay días en los que a los jugadores de tenis les sale todo, pero también existen esos partidos aciagos en los que meter un "drive" dentro de la pista se torna una misión imposible.

En este segundo caso, se encontró Marcel Granollers en el partido de hoy frente al escocés Andy Murray.  El "drive" se iba por la línea de fondo, las dejadas no fructuaban, el juego en la red no aparecía... una serie de circunstancias que se vieron reflejadas en el marcador.

Después de un grandioso partido en la jornada del miércoles, Granollers acusó física y mentalmente las 3 horas de ardua batalla en pista.

Murray muy sólido desde el comienzo

El partido sólo estuvo igualado hasta el 2-1, a partir de ahí el británico comenzó a ser "una roca" en el fondo de pista, lo que le sirvió para ganar con facilidad.

Marcel ganó los mismos puntos al servicio que al resto: 13Dos roturas en el cuarto y octavo juego le servían a Andy para apuntarse el primer parcial por un claro 6-2.

El español, enfadado consigo mismo, sacó toda su fuerza para comenzar con buen pie la segunda manga. Consiguió llevar al nº3 del mundo al "deuce" y hasta ahí le duró la gasolina al catalán. 

Paseo vespertino para el escocés

Se sucedieron muchos peloteos desde fondo de pista en los que Marcel apenas conseguía hacer sufrir a un Murray que facilmente se iba anotando un juego tras otro. Un 6-0 final, que refleja la superioridad del campeón de dos Grand Slams.

Mientras que Marcel tuvo que jugar su partido de dobles con Marc López, un encuentro que se resolvió con victoria; Murray iguala los cuartos de final de 2009, 2010 y 2013 como mejor resultado en Madrid, después del cambio a tierra batida. 

Su rival en la siguiente ronda, será el canadiense Milos Raonic, que derrotó a Leonardo Mayer en dos parciales.