Tocado por una varita mágica. Así lleva todo 2015 García-López, que salvo algún imprevisto más ocasionado por el cansancio, como lo acaecido en Casablanca, está rindiendo a un nivel superlativo, ganando a todo aquel jugador que está por detrás de él en el ránking, y subiendo su nivel cuando juega contra rivales sobre el papel superiores. Así lo puede atestiguar Cilic, al que venció en primera ronda de Roma, mientras que con Dolgopolov no ha hecho más que afirmar las grandes sensaciones que está teniendo en el torneo italiano.

Muy sólido ante Dolgopolov

El ucraniano es un jugador tan talentoso como impredecible. Sus extravagantes golpes con efectos imposibles y los cambios de ritmo abruptos que imprime a su juego, son capaces de desconcertar a cualquiera. Sin embargo, García-López mantuvo un gran nivel de concentración durante todo el partido, y llevó él la manija del mismo.

Siempre por delante en el marcador, el español mantuvo un gran nivel al servicio, ganando un 77% de los puntos jugados con su primer saque.  Algo dubitativo a la hora de ganar las bolas de break de las que dispuso, García-López acabó el primer set rompiendo el saque del rival en dos ocasiones.

El segundo parcial fue aún más favorable para el castellano-manchego. Hizo break de salida pero Dolgopolov sacaría orgullo para recuperar. Sin embargo, en el séptimo juego se produjo el punto de inflexión, cuando García-López logró romper de nuevo el servicio del ucraniano y tomar una ventaja que ya no abandonaría.

García-López partirá como cabeza de serie en Roland Garros

6-4 6-3 para el español, que tiene una gran oportunidad para seguir avanzando en el ránking. Situado como 28 del mundo, el año pasado no disputó el torneo de Roma, por lo que con estos dos partidos ganados, sumará unos valiosos puntos que le asegurarán partir comco cabeza de serie en Roland Garros. Su mejor ránking es 23, y podría superarlo si mantiene este nivel de juego. Su próximo escollo será David Ferrer. a quien tan solo ha ganado en una ocasión de las siete en que se han medido. Fue en Wimbledon 2005. En todo caso, se presenta como una batalla apasionante.