Con sufrimiento, pero Roger Federer superó el primer obstáculo. El uruguayo Pablo Cuevas, especialista sobre tierra batida, exigió al suizo a desplegar su versión más agresiva y directa para avanzar. 7-6 (3) y 6-4, el segundo cabeza de serie se cita con el sudafricano Kevin Anderson en octavos de final del Masters 1000 de Roma.

Después de medirse hace unos días en la final del ATP 250 de Estambul, Pablo Cuevas se encontraba con su verdugo y una buena oportunidad para redimir el título perdido. En frente, el número dos del mundo, Roger Federer, quien llegaba a Roma para olvidar los fracasos en Montecarlo y Madrid. La tierra se le sigue resistiendo al suizo a pocos días del arranque de Roland Garros.

Roger Federer no concedió ni una sola oportunidad de break en la primera manga. Pablo Cuevas, por el contrario, tan solo dos. Igualdad máxima que se desequilibró en el tie-breakY la falta de adaptación a la tierra se tradujo en un juego más agresivo y directo que de costumbre. Ningún tenista fue capaz de romper el servicio del adversario durante la primera manga en la que solo Roger Federer gozó de dos puntos de break. Pablo Cuevas, por el contrario, no tuvo siquiera oportunidad de logarlo. Ante dicha incapacidad, el set marchaba al juego de desempate para dirimir el primer tanto. 

Pablo Cuevas golpeó primero, consiguiendo el minibreak en el primer punto del tie-break. Pero Federer, lejos de lamentarse, subió una marcha y dio la vuelta a la contienda: 4-1 arriba. Con dos quiebros de ventaja, el suizo solo tenía que mantener su servicio para ganar la primera manga. Y en la primera ocasión que se le presentó, al resto, se apuntó el primer asalto. 7-3, el helvético se anotaba el primer parcial.

El primer break del encuentro llegó en el juego número 18. Roger Federer se lo apuntó para sellar el set y el partidoPero ganar el tie-break valió algo más para Roger Federer. Golpe anímico para Pablo Cuevas que no sería capaz de reponerse en los juegos sucesivos. En el quinto juego del segundo set, el de Basilea conseguía el primer break del encuentro para encarrilar el partido y la eliminatoria.

No falló una vez obtuvo la ventaja. Mostrándose firme con su servicio y culminando los puntos en la volea, Roger Federer evitó sustos innecesarios en el tramo final del partido. El quiebro previamente conseguido fue suficiente para anotarse la segunda y definitiva segunda manga. 6-4, el suizo alcanzaba la tercera ronda.

Un cruce en el que espera el sudafricano Kevin Anderson, verdugo de Philipp Kohlschreiber, por un billete a los cuartos de final del torneo romano. Dos jugadores que prefieren la velocidad de la hierba o la pista dura, frente a ftente a frente sobre el polvo de ladrillo.